Hoy miércoles 24 de abril tiene lugar en Setdart,
La subasta del álbum que protagonizó uno de los escándalos más sonados dentro del ámbito musical: Yesterday and Today de The Beatles (lote 35109822). La razón de tal revuelo vino motivada por la caratula de presentación del álbum.
La banda y su fotógrafo, Roger Whitaker estaban decididos a crear algo distinto a las habituales fotos promocionales. Asimismo, Brian Epstein, su representante, estaba empeñado en acabar con la imagen dulce y blanda de los Beatles, para combatir la más gamberra de los Rolling Stones. Y lo consiguieron.
La celebérrima sesión de Whitaker estuvo influida por las imágenes del artista y fotógrafo surrealista de origen polaco Hans Bellmer, en especial por su obra “La muñeca” (1933). Esta tendencia de Whitaker hacia el surrealismo se pone de manifiesto también en la relación que posteriormente entabló con Salvador Dalí al que retrató en multitud de ocasiones capturando el tiempo compartido junto él.
En esta ocasión Whitaker ideó que los componentes del cuarteto aparecieran cubiertos con trozos de carne sanguinolenta prestados por un carnicero que Whitaker conocía desde la escuela, Robert Sandford. En la imagen aparecían también junto a muñecasde plástico compradas en una fábrica de Chiswick, desmembradas, decapitadas y con marcas de quemaduras de cigarrillos, así como ojos de cristal y dientes falsos.Sin embargo, la idea original de Whitaker incluía rodear a los cuatro componentes de un fondo dorado y revestirlos con halos y joyas para asimilarlos a iconos religiosos. Pocas semanas antes Lennon comparaba su grupo con Jesucristo pronunciado su frase “The Beatles somos más populares que Jesucristo”. Pero la idea más plausible acerca del significado que querían transmitir con esta portada tiene que ver con uno de los grandes sucesos de la historia americana:la guerra de Vietnam. The Beatles rechazaban enérgicamente la guerra y lo querían dejar claro. Tal y como Lennon pronuncia en una conferencia de prensa de aquel año: “La portada es tan relevante como Vietnam. Si el público puede aceptar algo tan cruel como la guerra, entonces pueden asimilar esta portada”. McCartney lo ratificó con la siguiente afirmación: “Es nuestro comentario sobre la guerra”
Inmediatamente después de su salida a la venta, la censura americana lejos de ser indulgente mandó retirar y destruir el álbum. No obstante, la polémica generada no hizo más que incrementar la fama del que fue el noveno álbum de la mítica banda, convirtiendo la portado que solo vio la luz un día en todo un símbolo.