Warhol: arte, fama y política.
Varias décadas antes de la invención de los reality shows y del impacto de las redes sociales en el fulgurante ascenso hacia la fama, el padre del pop art, Andy Warhol, sentó las bases de la actual cultura de la celebridad. Vaticinando, en la que es probablemente su frase más recordada, un futuro donde todo el mundo tendría sus 15 minutos de fama.
Desde su adolescencia, un frágil e inadaptado Warhol soñó y dibujó desde su cama un mundo del celuloide que por aquel entonces parecía inaccesible.
Sin lugar a duda, New York, ciudad en la que a finales de los años 40 se abrió camino en el campo de la ilustración, marcaría un punto de inflexión definitorio en su trayectoria. La gran manzana fue también la ciudad donde pudo observar de cerca el glamour que rodeaba la vida de personajes como Truman Capote, porque le había fascinado desde su juventud. En ese instante tuvo claro la gran meta que deseaba alcanzar: fama, dinero, lujos y un séquito de periodistas tras sus huellas.