Los vinos de gran formato envejecen más lentamente
¿Quiere saber por qué los vinos de gran formato pueden ofrecer mucho más? Se lo explico con estos lotes destacados de nuestra subasta de vinos franceses del próximo día 14 de junio.
Nada da más fe de la generosidad de un anfitrión, tanto en el sentido económico como en el espiritual, que una botella grande en la mesa. Hay algo profundamente civilizado y despreocupadamente grandioso en servir vino en formato grande. Habla de conocimiento y amabilidad, de risa, debate y alegría.
Incluso los nombres de estas botellas de gran formato son conmovedores: jeroboam, matusalén, salmanazar, nabucodonosor … Un”Mathusalem de Margaux” suena más romántico que “botella”, ¿verdad?
Los vinos de gran formato son más difíciles de conseguir
Además de la presentación y la vida útil, hay un tercer factor importante a considerar referente a las botellas grandes. Casi siempre ocurre que las botellas más grandes son más escasas que las de 750 ml.
Cada año, cuando una bodega embotella su cosecha, embotella sus grandes formatos con criterio y, en términos generales, la rareza aumenta a medida que la botella se hace más grande.
Desafiaría a cualquiera a encontrar un nabucodonosor de Lafite 1982. Esto sería realmente complicado. Así pues, dependiendo del vino, las botellas más grandes pueden tener en su coste una prima enorme, por lo que sin duda se deben aprovechar las oportunidades para adquirirlas en una subasta.
A continuación les presento algunos de mis lotes favoritos para la subasta del próximo 14 de junio y, casualmente, todas las botellas tienen grandes formatos.
Los vinos de gran formato envejecen más lentamente
Los beneficios de la botella grande no comienzan y terminan con la mejora de su perfil como anfitrión. La mayoría de los amantes del vino entienden que los vinos embotellados en magnum o más grandes casi siempre se muestran mejor que los de formatos más pequeños, debido a un envejecimiento más lento, que prolonga la vida útil de un vino.
La razón es claramente visible: en cada botella de vino hay una pequeña cantidad de oxígeno entre el corcho y el vino, que es fundamental si el vino está destinado a envejecer y desarrollarse en botella.
En las botellas más grandes, la proporción de vino que está expuesta al oxígeno en el aire es menor, lo que conduce a un viaje oxidativo más lento para el vino.
La oxidación es el proceso que permite que un gran vino adquiera las complejas características secundarias de interés para los amantes del vino. Dentro de la vida útil de una botella de vino, tiene el potencial de alcanzar su punto máximo y los amantes del vino generalmente quieren que este proceso dure tanto como sea posible, el cual es directamente proporcional al tamaño de la botella.
Un doble Magnum (o Jeroboam) de Petrus de 1973
Petrus, la famosa estrella del escalón superior de Pomerol, es un premio para la bodega de cualquier coleccionista. La vibrante y vívida cosecha de 1973 que se promociona por su inevitable potencial de envejecimiento durará aún más con doble magnum. Este Petrus conservará sus propiedades mágicas durante mucho más tiempo que una botella estándar, envejeciendo lentamente durante algunas décadas al menos antes de alcanzar su cénit.
Una botella Jéroboam (3 litros) deChâteauHaut-Brion de 1982.
Cuando hablamos de potencial excepcional, Haut-Brion no necesita justificación. La cosecha de 1982 es aterciopelada y deliciosa. En el tamaño doble magnum, seguramente superará al resultado conseguido en las botellas de 75 cl.
Una botella Magnum de Châteaud’Yquem de 1993
Si bien Yquem ya es conocido como el premier cru de todos los vinos dulces, también se sabe que envejece fenomenal. Se caracteriza por su complejidad, concentración y una acidez relativamente alta que permite equilibrar su dulzura. Una botella de 75 cl. solo mostrará sus cualidades después de una o dos décadas en bodega y con un cuidado adecuado se mantendrá durante un siglo o más, añadiendo gradualmente capas de sabor y tonos frutales. Evidentemente, todo se potenciará si hablamos de un Magnum.