RENI, Guido (Calvenzano di Vergato, Bolonia, 1575 – Bolonia, 1642). Lote 30193870
RENI, Guido (Calvenzano di Vergato, Bolonia, 1575 – Bolonia, 1642).
“Cleopatra”, 1635-36.
Óleo sobre lienzo. Reentelado a finales del siglo XIX – principios del XX. Con bastidor del siglo XIX.
Se adjunta certificado de autenticidad emitido por el Doctor Stephen Pepper, experto en la obra de Reni.
Medidas: 130,5 x 90,5 cm.
El lienzo que aquí presentamos es una versión anterior del cuadro del mismo título conservado en el Palacio Pitti de Florencia. De hecho, muestra las características del trabajo de Reni en torno a los años 1635-36, en concreto cercanas en el tiempo al bello “San Juan Bautista” de la Galleria Sabauda de Turín. Reni pintó su famosa “Cleopatra” de Florencia en torno a 1638-39, un cuadro que fue regalado al cardenal Leopoldo Medici por el marqués Cospi. No obstante, aunque ambas pinturas presentan idéntica composición, muestran importantes diferencias en su factura. El tratamiento de la superficie pictórica en la obra que aquí presentamos es más sólido, los efectos de color son diferentes; el cromatismo es más asentado y firme, menos brillante. El rostro de Cleopatra es asimismo más pesado y redondo que en la obra del Palacio Pitti, más en la línea del “San Juan Bautista” de Turín.
Otra pintura de este periodo es una “Lucrecia”, aproximadamente de las mismas medidas que este lienzo, y muy similar en su tratamiento. Es posible que las dos pinturas fueran concebidas como pareja, dado que ambas muestran el mismo énfasis en la parte física de la tragedia. En “Lucrecia”, la figura sostiene la daga dispuesta a clavársela a sí misma, y en esta “Cleopatra” la serpiente aparece a punto de morder a la reina. En la “Cleopatra” posterior, de Florencia, Reni restará énfasis a la presencia física de la figura para hacer hincapié en su presencia espiritual, mediante el hábil uso de una paleta diferente, basada en un cromatismo más plateado. Por último cabe señalar la altísima calidad de esta pintura que, junto al exquisito tratamiento de los paños, confirma la naturaleza autógrafa de la obra. Sus diferencias respecto a la “Cleopatra” del Palacio Pitti indican también que no se trata de la obra de un copista.
Maestro indiscutible del clasicismo romano-boloñés junto a Albani y Domenichino, fue sin lugar a dudas el mejor de los tres. Muy ligados a los Carracci y a la ciudad de Bolonia, todos tuvieron una trayectoria similar. Se forman en Bolonia con Denys Calvaert, para después pasar a la Academia degli Incamminati, dirigida por Ludovico Carraci. En 1600 Reni llega a Roma, donde trabajará, junto a Annibale Carracci en la Galería Farnesio. Su mejor periodo se inicia en estos años; en 1609, a la muerte de Annibale, Reni queda como cabeza de la escuela clasicista. En la ciudad será protegido por Scipione Borghese, futuro papa Pablo V, para quien el pintor realizará una de sus obras más importantes, “La Aurora” (Palacio Rospigliosi). En ella se va algo que será ya siempre característico del estilo de Reni, su admiración por la escultura antigua. A partir de las estatuas clásicas, desarrolla un ideal de belleza y perfección que será muy admirado por los pintores siguientes. En 1614 regresa a Bolonia definitivamente. El estilo de Reni evoluciona en una dirección clara, en un sentido cada vez más escultórico y frío, cada vez más plenamente clasicista. Su obra madura se caracterizará por una paleta fría, de reflejos plateados. Finalmente, desde los años treinta, su estilo se torna abocetado, con aspecto inacabado y tendencia hacia lo monocromático, de gran interés desde el punto de vista técnico además de formal.
Actualmente Guido Reni está representado en las pinacotecas más importantes de todo el mundo, entre ellas el Museo del Prado, el Hermitage, el Louvre, el Metropolitan de Nueva York y la National Gallery de Londres, entre muchos otros.