Julian Schnabel y A.R Penck: los artistas que el CO0B’92 censuró en las Olimpiadas de Barcelona
Coincidiendo con el 30 aniversario de las Olimpiadas de Barcelona del 92, Setdart licitará el próximo 8 de septiembre dos obras inéditas de Julian Schnabel y A.R Penck realizadas para el mayor evento deportivo del mundo.
El 25 de julio de 1992 el mundo entero tenía los ojos puestos en Barcelona: se inauguraban los Juegos Olímpicos en la ciudad condal y por vez primera en España tenía lugar un evento deportivo de tal magnitud. Su éxito y repercusión es sin duda uno de los grandes hitos que cambió la historia de la ciudad hasta convertirse en la chispa que encendió el espíritu innovador y vanguardista de Barcelona. De hecho, los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 situaron a nuestro país en el escenario internacional desde múltiples perspectivas y alejaron una imagen desfasada y negativa que durante años había dominado el imaginario colectivo En este sentido la historia que se esconde tras estas dos obras que licitaremos el próximo 8 de septiembre nos da una idea de la envergadura del proyecto que alimentó la Marca España y concretamente la de Barcelona.
Una de las partes que conformó el proyecto que el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Barcelona desarrolló, se basó en la realización de 58 carteles cuya función era promocionar la imagen olímpica. Dicho proyecto, el más ambicioso de la historia de los Juegos, se agrupó en 4 ámbitos o colecciones: la de carteles olímpicos oficiales, la de carteles deportivos fotográficos, la de diseñadores, y la de pintores. En esta última y mediante el patrocinio de Telefónica y la colaboración de Daniel Giralt Miracle, se propusieron 10 artistas para publicitar la marca Barcelona entre los cuales se encontraban Julian Schnabel y Penck. Sin embargo, el atrevimiento de ambos artistas a la hora de realizar sus respectivos carteles les acarreó la censura por parte del COOB’92 que encontró inadecuado el alto voltaje erótico que desprendían sus obras. No obstante, entre los artistas que participaron podríamos afirmar que Schnabel y Penck gozan de una mayor proyección internacional tal y como abala su extenso currículo expositivo, así como su amplia presencia en prestigiosas colecciones tanto públicas como privadas.
En el caso de Penck, su estilo fusiona la autoexpresión espontánea con la sobriedad, así como la combinación de manera simbólica de sus influencias históricas y el arte pop con sus preocupaciones políticas y sociales. Asimismo, en la obra que nos ocupa el componente erótico se evidencia en Olympia, cuya representación además de establecer un juego de palabras con el evento, simboliza cada uno de los 5 anillos olímpicos a través de sus 5 pechos al descubierto.
Por su parte el pintor y director de cine Julian Schnabel es conocido por ser un artista exuberante de personalidad impetuosa y brutal franqueza que continuamente ha reflejado en su obra. Su propuesta artística tan sorprendentes y arriesgada contiene un potente carácter homo-erótico que, como en este caso, se visibiliza con la presencia del arnés, cuya marca spartan puede establecer un paralelismo con la figura heroica del deportista olímpico.
La licitación de estas piezas que finalmente quedaron descartadas por la posible controversia que podrían haber suscitado, es por tanto una ocasión hasta el momento inédita de adquirir una pequeña parte del legado cultural que las Olimpiadas nos brindaron.