El legado del Nuevo Mundo. El 20 de Enero en Setdart.

ote: 35216887. Escuela peruana de finales del siglo XVIII.
“Pava o pavo hornillo”,

 

 

La próxima subasta del día 21 acogerá una selección de obras realizadas en España y América entre los siglos XVII y XVIII. Esta subasta tiene como objetivo mostrar las relaciones entre ambas y hacernos conscientes del importante legado virreinal en nuestro país.

Los artistas cortesanos serían fundamentales en la expansión de arte en el nuevo mundo. Los gustos cosmopolitas que tenían los nobles y el clero del entorno del rey eran imitados en las nuevas ciudades por la incipiente clase cada día más adinerada. La producción artística que encontramos en México o Perú, por ejemplo, no sólo reflejaría los gustos de la corte, sino todas las influencias propias de la cultura autóctona y también el mundo oriental, ya fuera Hindú, chino o japonés. Culturas que llegaban a las costas del pacifico en América y que atravesaban todo el continente dejando su impronta antes de volver a embarcarse rumbo a Europa.

 

Lote: 35052736. Bargueño con arquimesa. México s.XVII.
En cedro rojo. Incrustaciones de madreperla, concha, marfil.

 

Un ejemplo perfecto de la unión de todas estas culturas sería el lote 35052736, un excepcional bargueño novohispano. Por un lado, vemos claras reminiscencias al tipo de mueble que los aristócratas cercanos al rey Carlos II habrían tenido en sus moradas, habiendo sido importados de Italia o Flandes. Estos bargueños, con ricas aplicaciones de carey y elementos de bronce dorado, serían producidos también en el ambiente mexicano, donde las formas geométricas se harían aún más espectaculares gracias a la incorporación de placas de hueso grabadas o elementos en nácar. La incrustación de este tipo de material fue tan exitosa en México que llegó a considerarse como arte propio capaz. Los enconchados, una de las muestras más originales y propias de la Nueva España,  son el producto de aquellos cabinets y arquetas namban que llegaron a sus costas procedentes de Japón desde el siglo XVI

 

 

 

 

 

El arte como herramienta evangelizadora fue fundamental en el Nuevo Mundo, donde los misioneros tenían la tarea de infundir al catolicismo a todos los habitantes del continente. Las tallas o pinturas fueron primero el instrumento didáctico y después el objeto de fervor popular de la nueva sociedad. La cruz de Josefa Sánchez (lote35011444), una casi desconocida pintora española, presenta varios tipos iconográficos que se darán después al otro lado del océano. Por ejemplo, la Purísima de la parte inferior tendrá un calado hondo en las representaciones marianas como la Virgen peruana del lote 35055694. Es muy interesante mencionar cómo surgió dentro de este periodo la advocación propia de la Virgen de Guadalupe y fue capaz de aunar tanto el amor hacia la recién conocida María por la población americana y ser un reflejo propio de esa misma sociedad. A destacar la Guadalupana de extraordinaria calidad a subasta (lote 35147299). El carácter único, forjado de tantas influencias, y su gran atractivo visual hicieron que todo el arte virreinal se convirtiera en objeto de deseo y admiración a ojos europeos.

Lote: 35147299. Escuela mejicana; siglo XVIII. “Guadalupana
Lote: 35011444. JOSEFA SÁNCHEZ; siglo XVII. “Cristo crucificado con San Antonio y Santa Teresa”.
Lote: 35055694. Escuela peruana de finales del siglo XVII – principios del XVIII “La Virgen María con San Agustín y San Pedro”