Abstracción rigurosa de Luis Feito.
La obra t “485” se yergue como uno de los mejores ejemplos de la evolución artística de Luis Feíto durante la década de los años sesenta. Tras la disolución de “El paso” la obra del artista madrileño experimentará una constante y estudiada transformación técnica compositiva y formal, fruto de su audaz e incansable afán de investigación. Sin embargo, el poso de su experiencia dentro del colectivo artistico que rompió con la absoluta atonía de un mundo creativo subyugado a los dictados del franquismo, marcó para siempre el espíritu revolucionario con el queFeíto transformaría el lienzo en su particular campo de batalla.
En este lienzo realizado durante su estancia en la ciudad deParis, Feito prescinde de un título especifico que lo describa o concrete, sustituyéndolo por un sistema numéricoal que recurrió usualmente a lo largo de toda su trayectoria, sugiriendode este modo,una intencionalidad de serialización y continuidad investigativa.Integrada dentro de un periodo de transición, la obra preludia el inicio de una nueva etapa, en la que el artista empieza a reducir todos los elementos de la composición a lo esencial, deshaciéndose de cualquier componente que pueda resultar superfluo. Como reflejo de este momento crucial en su trayectoria,Feito establece en el lienzo un diálogo entre la organicidad matérica de la etapa anterior y el progresivo acercamiento hacia la esencia de la forma y el color, desplegando en un espacio de confrontación, las tensiones irresolubles entre orden y caos. Mediante la bipartición horizontal en el cielo áureo y la tierra volcánica, abierta a su vez con una herida roja que borbotea empaste y color, Feito nos recuerda aún a esa expresividad gestual y materialidad de épocas anteriores, cuando sus cuadros eran definidos como “ríos anchos de asfalto y sangre”.
Como sucede en toda época de transición y experimentación, la ferviente explosión creativa de Luis Feitoemerge en este lienzoconvertido en un puro goce estético y plástico en el que, ya podemos vislumbrar el carácter místico e introspectivo del que fue sin duda, el más espiritual de todos los integrantes que conformaron” El Paso”.