La radicalidad inquietante de Juan Muñoz llega a Setdart.
Juan Muñoz es sin duda, uno de los referentes en la renovación de la escultura contemporánea. Su corta pero fulgurante trayectoria, nos ha dejado uno de los testimonios artísticos más inquietantes, radicales y lúcidos de la crisis existencial del hombre moderno. A medio camino entre la escultura y la instalación, el artista madrileño interpela directamente al espectador creando una imagen que nos incita, e incluso obliga, a implicarnos en la obra. Ejemplo de ello, es la enigmática y monumental creación que el próximo día 15 licitaremos en una subasta donde ante tododestaca la riqueza de expresiones artísticas que se reúnenen ella .
Desde que en 1984 realizara su primera exposición individual, Muñoz se convirtió en integrante de la primera generación de artistas que reintroduce la figuración en la escena artística. Sin embargo, su concepción estéticapronto le hará destacar gracias a su extraordinaria habilidad para construir atmósferas y espacios cargados de un misterioso dramatismo, frente a los que no es posible la indiferencia.
En el caso que no ocupa, Muñoz construye una imagen cargada de confrontaciones y tensiones visuales en las que la presencia del diminuto barco varado ante la inmensa persiana cerrada se transforma en una metáfora de la imposibilidad de comunicación, silencio y aislamiento del individuo. En este sentido, la presencia de la persiana, así como de otros objetos cotidianos tales como los balcones, fueron elementos recurrentes en la producción que llevó a cabo en la década de los años 80. Estos elementos que extrae de su contexto habitual y que presenta siempre tapiados o cerrados, se erigieron en un símbolo cargado de ironía del sentimiento de soledad, donde el juego entre lo visible e invisible, la certeza y el misterio, nos invita a reflexionar sobre la extrañeza y las contradicciones de nuestra propia existencia.
En definitiva, el corpus artístico que nos legó Juan Muñoz se erige como una implacable narración de un mundo que, habiendo perdido su rumbo, a condenado al ser humano al abandono y alienación. La poderosa e impactante visión de la condición humana, con la que Muñoz nos interrogó, logró conquistar y asombrar también, al mundo del arte, hasta convertirse en el escultor mas prestigioso y cotizado de su generación, siendo el primero en exponer su obra en la sala de las Turbinas de la Tate Modern de Londres.