José María MALLOL SUAZO (Barcelona, 1910 – 1986). “Bodegón”.
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MALLOL SUAZO, José María (Barcelona, 1910 – 1986).
“Bodegón”, 1959.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho. Firmado y fechado al dorso. Con etiqueta de la Sala Parés de Barcelona.
Medidas: 64,5 x 81 cm; 74 x 89 cm (marco).
Mallol Suazo nos ofrece en este lienzo una composición fruto de la experimentación plástica, un bodegón de gran riqueza cromática protagonizado por frutas exóticas, acompañadas de una botella de vidrio oscuro. Los elementos que componen el bodegón se sitúan sobre una mesa plasmada en escorzo, cubierta por un mantel blanco y un paño azul. El bodegón aparece captado desde un punto de vista alto que permite una visión unitaria, en un espacio sólo esbozado, definido por tres planos que se unen en el ángulo superior izquierdo: la pared de tonos verdes del lateral, la más oscura del fondo y la mesa, captada en una perspectiva forzada, casi levantada, que refleja el desinterés de Mallol Suazo por la captación tradicional del espacio, de las tres dimensiones. De este modo, el pintor se aproxima al cubismo sintético para reflejar la realidad a través de la razón, centrándose en la investigación puramente pictórica y tomando el modelo natural como mera excusa para ello. Sin embargo, el detenido trabajo del color refleja con naturalismo no sólo las distintas calidades, sino también los juegos claroscuristas que aportan tridimensionalidad, construyendo el espacio en un entorno casi abstracto. De este modo Mallol Suazo logra un equilibrio perfecto entre expresión personal, experimentación plástica y captación del natural, mostrándose heredero del postimpresionismo, principalmente de Cézanne, así como conocedor de los experimentos de la vanguardia.
Nacido en el seno de una familia muy religiosa, Mallol Suazo se formó en la Escuela de La Lonja, en Barcelona, donde fue discípulo de Félix Mestres y de Ramón Calsina entre 1929 y 1935. Fue dibujante además de pintor, y publicó ilustraciones humorísticas en “En Patufet”, “Virolet” y “L’Esquitx”, revistas con las que colaboró ya desde sus años de estudiante. Una deformidad congénita en los pies, que le hacía andar con dificultad, le impidió desarrollar la temática paisajística, al no poder desplazarse para realizar la copia la natural. De ahí que se decantase por otros temas, como el bodegón o el retrato. La primera exposición de su obra tuvo lugar en el Salón de Arte Contemporáneo de Barcelona de 1936, meses antes del estallido de la Guerra Civil Ese mismo año fue premiado en la Exposición de Primavera de la ciudad condal. La contienda fuerza la dispersión de su familia, pero Mallol permanecerá en Barcelona, donde se dedica por completo a pintar y obtiene, en 1938, el Premio Nonell de Pintura, concedido por la sala Tardor. En 1945 pasa a formar parte del grupo de artistas de la sala Parés, galería en la que conocerá al coleccionista Josep Omar Gelpi, quien se convertirá desde entonces en su marchante. Considerado como una de las más destacadas promesas de la pintura joven catalana, en 1953 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Barcelona con un desnudo, y en 1959 visita por primera vez Brasil, país de procedencia de su esposa y al que viajará sucesivas veces a lo largo de su vida. Alejado del sentimiento de “riesgo y aventura” en un sentido plástico, Mallol no se dejó arrastrar por las corrientes artísticas imperantes, manteniéndose fiel siempre a su propio lenguaje realista-poético. En 1987, un año después de su muerte, la sala Parés le dedicó una gran exposición homenaje, antológica de su obra. Mallol está representado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el de Valls, el Deu Font en El Vendrell, el Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona y la Abadía de Montserrat, además de en importantes colecciones como la de Caixa Terrassa, la Caixa de Catalunya, la Marta María Millet o la Modest Rodríguez Cruells.
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