El rotundo éxito de Fernando Zóbel

FERNANDO ZÓBEL “Atardecer con chopos”, 1978.

La brillante generación de Posguerra transformó la práctica artística de un país que permanecía anclada en la visión rancia y conservadora que la dictadura impuso. Como símbolo de lucha y modernización, el arte se convirtió entonces en un espacio donde la pluralidad y riqueza creativa fueron un grito por la libertad. En este contexto, resulta imprescindible el trabajo de Fernando Zóbel cuya figura actuó como catalizador de la liberación de la práctica artística en España.

La excelencia artística de este periodo de posguerra ha sido respaldada por un reconocimiento internacional que en los últimos tiempos se ha visto incrementado gracias a una creciente presencia tanto a nivel museístico como comercial.  Síntoma de ello es el aumento exponencial que ha experimentado la cotización de artistas como Zóbel dentro del mercado del arte. Solo hay que consultar las estadísticas que nos ofrecen los informes anuales de empresas especializadas en el sector, para comprobar que el artista filipino se posicionó en el top 5 de los artistas que mejores resultados alcanzaron en 2019 a nivel nacional. En nuestra subasta, los remates alcanzados corroboran el espléndido momento que vive Fernando Zóbel cuyo último resultado superó la barrera de los 100. 000 euros hasta los 130.000  de martillo.

Del mismo modo, el reconocimiento de Zóbel ha traspasado  nuestras fronteras posicionándose como uno de los artistas en auge dentro del mercado internacional y muy especialmente en el mercado asiático. Gracias al momento de expansión que vive la economía asiática, el continente se ha posicionado como primera potencia dentro del mercado artístico, hasta llegar a romper con la hegemonía estadounidense. En lo que llevamos de año, Zóbel ha alcanzado magníficos resultados tanto en Europa como en Filipinas, demostrando y consolidando el idilio que vive con el mundo del coleccionismo. Sin duda las cifras de Zóbel son la traducción de la calidad y visón con la que el artista aglutinó a toda una generación de artistas que, aún  hoy en día siguen siendo un referente de libertad y transgresión creativa.

Todo en la trayectoria de Zóbel discurre en una evolución continua, en la que los cambios fluyen de forma tan natural como imparable, del mismo modo en la que lo hace el caudal de un rio. Y precisamente inspirado por el rio Júcar, Zóbel se dedicó a partir de los años 70 hasta su muerte, a experimentar con esa realidad del paisaje natural  que reinterpretó desde una concepción abstracta. En ella encontró la expresión más pura de las impresiones y sensaciones que su contemplación despertaban en él.

Esta  visión lírica de la realidad se traduce en lienzos como “El rio XVII”, de 1978 que desde Setdart presentamos el día 20 en subasta. En él, las líneas sinuosas pero precisas, se diluyen entre el cromatismo vaporoso y evanescente del fondo, configurando así, un espacio cuya estructura nos traslada a un paisaje evocador y poético en el que confluyen armónicamente, la influencia de la caligrafía propia del mundo occidental, con la tradición  abstracta occidental.

FERNANDO ZÓBEL “El rio XVII”, 1978.

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