El nutrido imaginario del artista cubano Roberto Fabelo queda brillantemente expresado en este lienzo de gran tamaño, donde aparece de nuevo uno de sus animales totémicos, el ave.

Dos niños montan un enorme gallo, cuyo vistoso plumaje resplandece ante un cielo azul cobalto de intensas luces. Otras aves revolotean a su alrededor en aquella hora mágica del rocío, a la que alude el título. A sus pies, resplandece una vegetación de cariz también onírico. “De madrugada al Rocío” (2009) se encuentra en consonancia con otras obras del artista, sobre todo con su célebre “Viaje fantástico” (2012), en la que una mujer emigra también sobre una gallina. El juego de escalas, la encendida paleta, la carga expresionista y el legado surrealista, se alían en este óleo, sugiriéndonos infinitas lecturas que nos permiten franquear la realidad para acceder al mundo de los sueños.

Para Fabelo, el gallo simboliza la hombría, lo que lleva al artista a ironizar a menudo en sus cuadros sobre la idea de “macho”, asociado en la cultura popular con la valentía. Lo que le interesa es domeñar esa imagen, mostrando figuras femeninas cabalgándolo y dominándolo.

Pintor, escultor, dibujante e ilustrador, Roberto Fabelo (nacido en 1950, Camagüey, Cuba) estudió en la Escuela Nacional de Arte y en el Instituto Superior de Arte de La Habana. A lo largo de su carrera como artista, ha sido galardonado con numerosos premios por su arte, incluyendo el Medallón de Cultura Nacional (Cuba), el Medallón de Alejo Carpentier, el primer lugar en el 11 International Biennial de Dibujo en el Reino Unido, el primer lugar en la Primer Bienal Iberoamericana de la Acuarela en Viña del Mar, Chile y un premio de la UNESCO por la promoción de Bellas Artes. En 1984 Fabelo fue reconocido en el primer Biennial de La Habana

Su obra se ha mostrado en más de 40 exhibiciones individuales y en más de 500 exhibiciones colectivas en países tales como Suiza, Japón, Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia, Panamá, Argentina, Chile, Brasil, Costa Rica, y Ecuador. Hoy en día su obra se encuentra dividida entre importantes colección de carácter particular, y también en lugares de gran interés artístico cultural ejemplo de ellos es el Museo de la Habana o la Fundación Casa Cortes en Puerto Rico, entre muchas otras.