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DALÍ I DOMÈNECH, Salvador (Figueras, Girona, 1904 – 1989). Lote: 33003428

LOTE EN SUBASTA

LOTE EN SUBASTA

DALÍ I DOMÈNECH, Salvador (Figueras, Girona, 1904 – 1989).
“San Narciso de las moscas”, 1981.
Escultura en bronce con plaqué de oro de 3 micras de 24 kts, sobre peana de mármol, ejemplar A 260/300.
Firmada y numerada.
Adjunta certificado emitido por Exmundart.
Medidas: 14 cm de altura, más 6 cm de la peana.
Ejemplar 260 de la tirada a escala mundial de 300 ejemplares. Pertenece a la serie A, la de mayor tamaño de las tres que se realizaron de este modelo.

 

Durante sus primeros años, Dalí descubre la pintura contemporánea durante una visita familiar a Cadaqués, donde conoce a la familia de Ramón Pichot, artista que viajaba regularmente a París. Siguiendo los consejos de Pichot, Dalí empieza a estudiar pintura con Juan Núñez. En 1922, Dalí se alojó en la célebre Residencia de Estudiantes de Madrid para iniciar estudios de Bellas Artes en la Academia de San Fernando. Sin embargo, antes de sus exámenes finales, en 1926, fue expulsado por afirmar que no había nadie en la misma en condiciones de examinarle.

Ese mismo año Dalí viaja a París por primera vez. Allí conoció a Picasso, y asentó algunas características formales que se convertirían en distintivas de toda su obra desde entonces. Su lenguaje absorbía las influencias de muchos estilos artísticos, desde el academicismo clásico a las vanguardias más rompedoras. En aquella época, el pintor se dejó crecer un vistoso mostacho que imitaba al de Velázquez, que se convertiría en su sello personal el resto de su vida. En 1929, Dalí colaboró con Luis Buñuel en la realización de “Un perro andaluz”, en el que se mostraban escenas propias del imaginario surrealista. En agosto de ese mismo año conoció a su musa y futura esposa Gala.

Durante este periodo, Dalí celebró exposiciones regulares tanto en Barcelona como en París, y se unió al grupo surrealista afincado en el barrio parisino de Montparnasse. Su trabajo influyó enormemente en el rumbo del surrealismo durante los dos años siguientes, siendo aclamado como creador del método paranoico-crítico que, según se decía, ayudaba a acceder al subconsciente liberando energías artísticas creadoras. En 1931 Dalí pintó una de sus obras más célebres, “La persistencia de la memoria”, en la que según algunas teorías ilustró su rechazo del tiempo como entidad rígida o determinista.

El pintor desembarcó en América en 1934, gracias al marchante Julian Levy. A raíz de su primera exposición individual en Nueva York su proyección internacional queda definitivamente consolidada, y desde entonces mostrará su obra y dará conferencias por todo el mundo. Ese mismo año fue sometido a un “juicio surrealista” del cual resultó su expulsión del movimiento, debido a que el pintor consideraba que el surrealismo podía existir en un contexto apolítico, negándose a comprometerse con las ideas de André Breton. A esto, Dalí respondió con su célebre réplica, “Yo soy el surrealismo”. La mayor parte de su producción está reunida en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, seguida por la colección del Salvador Dalí Museum de St. Petersbug (Florida), el Reina Sofía de Madrid, la Salvador Dalí Gallery de Pacific Palisades (California), el Espace Dalí de Montmartre (París) o el Dalí Universe de Londres.