Sol Lewitt: del minimalismo al arte conceptual
Sol Lewitt: del minimalismo al arte conceptual
Sol Lewitt, representante fundamental del minimalismo y uno de los padres del arte conceptual, se convierte en uno de los protagonistas estrella de la subasta del próximo día
Sol Lewitt llegó a New York en 1953, momento en el que el expresionismo abstracto se posicionó como el movimiento artistico por excelencia de la cultura americana. Sin embargo, y a raíz de sus primeros trabajos como diseñador gráfico en colaboración con arquitectos como I.M Pei, Lewitt sintió que el expresionismo abstracto había agotado ya todas las posibilidades creativas que podía ofrecer, y que, por tanto, se había convertido en un movimiento encorsetado y obsoleto.
Fue en este contexto cuando Lewit entra en contacto con las nuevas corrientes artísticas que, como el minimalismo de los años 60, impulsaron una nueva concepción del arte completamente alejada de los postulados expresionistas. En este sentido, el corpus creativo del artista estadunidense adquirió un papel absolutamente crucial en la definición y expansión de los principios estéticos que definieron esta corriente artística, que como bien sugiere su propio nombre, se fundamentó en la extrema simplificación de las formas, la reducción de los elementos a lo esencial y el empleo de materiales industriales, logrando con ello despojar la obra de cualquier connotación emocional.
De hecho, una de las contribuciones más significativas de Lewitt al arte minimalista fue su uso de la geometría básica y las formas simples, como líneas, cuadrados y cubos. Estos elementos se combinaban de manera sistemática para crear composiciones abstractas que exploraban la relación entre forma, espacio y color.
Este es el caso del monumental gouche en licitación perteneciente a la serie “Lines in all directions”. En él, Lewitt explora la repetición y variación cromática de una simple línea que, entrelazándose en distintas direcciones, da como resultado un complejo entramado, mediante el cual el artista nos insta a reflexionar sobre la percepción de lo aparentemente sencillo.
La obra, que a diferencia de otras fue enteramente realizada por el propio artista, es en definitiva la manifestación tangible de su pensamiento, en el que las ideas que preceden a la ejecución se convierten en la auténtica obra de arte, asentando con ello, las bases del desarrollo futuro del arte conceptual.
En este aspecto, el enfoque de Lewitt hacia el arte como un proceso intelectual y conceptual en el que la materialización de la obra no tenia porqué llevarla a cabo su artífice, puso en jaque la noción tradicional de autoría, cuestionado la idea de originalidad en el arte.
Desafiando las convenciones del arte, Sol Lewitt marcó un antes y un después en el desarrollo del arte contemporáneo, influenciando a las generaciones posteriores de artistas que aún hoy en día siguen inspirándose en el legado de este creador que cuestionó nuestra comprensión del arte y su significado.