Written by Andrea Domenech

Arte y Cultura del Extremo Oriente: Una Colección Privada a Subasta

Arte y Cultura del Extremo Oriente: Una Colección Privada a Subasta

Setdart presenta una importante colección privada de arte chino y del sudeste asiático

Casi sesenta lotes donde escultura, elementos arquitectónicos, mobiliario y artes decorativas participan de un conjunto con vida propia, resultado de toda una vida dedicada al coleccionismo oriental. Al igual que en el siglo XVI aristócratas y reyes centraron sus esfuerzos en adquirir objetos inusuales para sus gabinetes de curiosidades, una suerte de coleccionismo renacentista impulsado por el mero afán de conocer, el siglo XIX y XX, como consecuencia de la prosperidad y el ocio, hizo que un mayor número de personas pudieran ser partícipes del coleccionismo, democratizándolo y enriqueciendo los campos que tocaba.

Si bien el coleccionismo de piezas orientales empezó ya en el siglo XIX, en parte espoleada por la forzosa apertura de Japón al extranjero mediante el Tratado Harris en 1858, los países del sudeste asiático quedaron rezagadas con respecto de sus vecinos del norte del continente, posiblemente debido a un desconocimiento de las culturas que se desarrollaron en Vietnam, Camboya, Laos, Tailandia o Birmania.

Durante el último cuarto del siglo XX se ha vivido, sin embargo, un incremento del interés por parte del mercado hacia estas culturas, principalmente por lo que supone la exploración de un terreno inexplorado que los coleccionistas han acogido de buen grado, interesándose por estas piezas y por la cultura que las engloba; nacieron, de esta manera, ferias especializadas que supieron poner en valor las obras, dándoles un lugar de importancia dentro del coleccionismo. Además, el aumento de las riquezas autóctonas en el siglo XXI, que buscan la repatriación de obras que salieron en los años 70 y 80, ha conseguido que el sudeste asiático no haya perdido el interés suscitado desde décadas atrás.

La colección que Setdart licita tuvo su germen en la década de los 90 del siglo XX, fruto del afán coleccionista de una persona que supo ver en el sudeste asiático una oportunidad, no sólo económica, sino intelectual, pues sumergirse en la vasta simbología oriental no es sencillo para la mente occidental, suponiendo todo un reto y un ejercicio de plena dedicación y estudio. Este interés por el arte no fue algo espontáneo, pues el ambiente coleccionista fue una constante en su hogar, con su padre dedicando sus esfuerzos también a otras áreas del coleccionismo.

Son muchos los lotes que podríamos destacar, sin embargo, vamos a centrarnos en unos pocos que representen su lugar de origen, creando así una red geográfica extremo oriental.

Del sur del estado del Rajastán, en India, destaca una pieza extremadamente rara por haber llegado hasta nosotros sin haber sido desmantelada: un altar o parikara jainí en mármol parcialmente policromado de los siglos X-XIII, lote 35315846. Normalmente este tipo de piezas, cuando aparecen en el mercado, lo hace por partes; el remate, un friso o alguno de los montantes. Sin embargo, el que el altar cuente con la mayoría de sus piezas es un hecho inusual, elevando la cotización de la pieza.

Lote 35315846. Parikara - altar Jainí; India, Sur de Rajasthan, Monte Abu; siglos X-XIII.

De China, como no podía ser de otra manera, hay una importante representación, aunque queremos destacar tres lotes, que si bien se licitan por separado son parte de un mismo conjunto. Se trata de tres cabezas de Louhan de los siglos XVII – XVIII, en piedra arenisca, que simbolizan el deseo, el amor y la alegría. Destacan por la expresividad de sus rostros, especialmente la representación de la alegría, con un marcado naturalismo que contrasta con el tamaño de los cráneos, dimensiones simbólicas que reflejan el grado de iluminación de los personajes, al igual que ocurre con la deidad Shou Lao.

Lotes 35315843, 35315843 y 35315844. Cabezas Luohan; China, Dinastía Qing, siglos XVII-XVIII

En Indonesia destaca una imponente pieza, lote 35315854, del siglo XVI realizada en arenisca blanca, del Imperio Mayapajit. Se trata de una Prajnaparamita, diosa budista del conocimiento trascendental. Una obra similar estuvo hasta 1978 en el Museo Nacional de Etnología de Países Bajos, año en el que fue devuelta al Museo Nacional de Indonesia, en Yakarta, donde se encuentra actualmente.

Lote 35315854. Prajnaparamita; Indonesia, Java central, periodo Majapahit, s. XVI.

De Vietnam son varias las obras que aparecen en la colección, pero destacamos el lote 35315849, una divinidad Champa del siglo XI. Las piezas de la cultura Champa, de un tiempo a esta parte, han proliferado en subasta, lo cual está directamente relacionado con ese interés suscitado en los últimos años.

Lote 35315849. Divinidad; Dong Duong, provincia de Quang Nam, Champa, Vietnam. s. XI.

En la vecina Camboya, de donde proceden también varios de los lotes, una cabeza de Vishnu del Imperio Jemer, siglos XVIII-XIX, en piedra pulida, lote 35315833. Es interesante señalar que el pulido del tercio superior de la escultura ha sido propiciado por el desgaste de manos tocando la pieza durante siglos, buscando la intercesión de la divinidad.

Lote 35315833. Cabeza de Vishnu; Camboya, Imperio Khmer, periodo pre Angkor, s. XVIII- XIX.

Finalmente, el Tíbet también tiene presencia en la subasta con varios lotes, aunque el que más interés suscita es el 35315878, una corona en plata repujada del siglo XIX. Este tipo de coronas eran portadas por los oráculos tibetanos cuando realizaban trances. Las figuras de bodhisattvas en su naturaleza más iracunda es a menudo representada por los cinco cráneos, representando cada uno de ellos a los cinco budas Dhyani o de la sabiduría.

Lote 35315878. “Oracle Crown”; Tíbet, s. XIX
Written by Andrea Domenech

Simbolismo oriental: sencillez y elegancia

Simbolismo oriental: sencillez y elegancia

Setdart presenta una completa subasta con una gran variedad de lotes orientales. China, Japón, Camboya, Tailandia o Laos están entre los lugares representados, con importantes piezas que repasamos a continuación.

Lotes expuestos en Setdart Madrid
Lotes expuestos en Setdart Madrid

Parece que cuando se presenta una subaste de arte oriental, la cultura china ha de ser la que más obra aporte debido, en parte, a su ingente éxito desde hace siglos en Europa y Estados Unidos. De un tiempo a esta parte, sin embargo, el arte del sudeste asiático ha conseguido abrirse un hueco en el mercado internacional, con remates millonarios, por ejemplo, dentro de la Dinastía Jemer, citando algunos de los territorios que orbitan alrededor del gigante chino.

En Setdart también hemos querido hacernos eco de esta pluralidad, atendiendo toda la demanda que occidente requiere de oriente, como siglos atrás, por lo que vamos a realizar un breve recorrido de algunas de los lotes de mayor calado que saldrán a subasta el mes que viene.

China es, como no podría ser de otra manera, el gran protagonista, esta vez con piezas en cloisonné y porcelana que van desde el periodo Wanli hasta el periodo Tongzhi, ya en el siglo XIX.

Lote 35246182. Pequeña taza de la Dinastía Ming. China, 1573-1620

Comenzamos cronológicamente con el lote 35246182, pieza del periodo Wanli, notable tanto por la procedencia, pues cuenta con etiqueta de John Sparks, uno de los más importantes comerciantes de arte oriental en Inglaterra en el siglo XX, como por su técnica, conocida como trabajo del diablo o ling long (exquisito en mandarín). Esto es debido a la grandísima habilidad que requería por parte del artífice, tanto el cortar la pasta como su cocción posterior, para crear la intrincada retícula que podemos hoy contemplar por todo el depósito.

Lote 35310166 expuesto en Setdart Madrid
Lote 35310167 expuesto en Setdart Madrid

Avanzando hacia el periodo Qianlong topamos con los lotes 35310166 y 35310167, dos importantes piezas realizadas en esmalte cloisonné. Sobre una base de bronce, los esmaltes en polvo, que tras la cocción y su fundición darán colorido a la superficie, quedan separados por filetes metálicos conformando celdas. Finalmente, todo se lija y pule para dar homogeneidad a la obra, dorándose con posterioridad los filetes. Lo relevante de la pareja de jarrones es, precisamente, que hayan llegado hasta nosotros sin haber sido separados a lo largo del tiempo, práctica habitual producto de los infortunios del tiempo. Además, cuenta con una representación cargada de simbolismo, como es la de shou dai niao o pájaro con banda de seda, un juego de palabras habitual en la cultura china, pues shou dai vendría a significar algo así como banda de seda, mientras que shou significa, a su vez, longevidad. Además, cuando se combina con narcisos o shou xian, funciona a modo de pictograma, pues es una manera de desear longevidad y plena vida a toda una generación de una misma familia. Si hablamos del loto la cosa se complica aún más, pues cuenta con multitud de significados, nuevamente, como consecuencia de complejos juegos de palabras. En este caso, tanto en la pareja de jarrones como en el incensario, la flor de loto, símbolo de belleza y pureza, pues nace del lodo y sale a la superficie, aparece acompañada de zarcillos y semillas o lian zi; zi significada, a su vez, hijos, de manera que su representación torna en deseo para su poseedor de tener múltiples descendientes.

Lote 35310170. Jarrón; China, Dinastía Qing, Periodo Tongzhi, 1862- 1874.

Continuamos hacia el siglo XIX y otra de las piezas más relevante de la subasta aflora: el lote 35310170. Su interés radica en el vistoso esmalte que domina el fondo de la pieza, conocido como powder blue. Originado en el siglo XV, durante el periodo Kangxi fue imitado, buscando un efecto similar soplando el polvo de azul cobalto sobre la superficie sin cocer, vidriándose posteriormente. La decoración está realizada con polvo de oro, representándose dragones, símbolo imperial, buscando la perla de la sabiduría, entre nubes ruyi y hongos lingzhi, los cuales, cuando aparecen juntos, simbolizan el deseo de conseguir la inmortalidad. Todo esto parece cobrar más sentido cuando vemos la inscripción en la base del jarrón y descubrimos que la porcelana fue concebida como regalo al patriarca de la familia.

Lote 35358681. Figuras de Basara Taisho y Sanchira Taisho. Japón, periodo Edo, siglos XVII-XVIII

Abandonamos, ahora sí, China y nos dirigimos hacia el este, a Japón, en busca del lote 35358681, una pareja de impresionantes esculturas en madera de los siglos XVII-XVIII, todavía con parte de la policromía original. Representan a Basara Taisho y a Sanchira Taisho, dos de los doce generales protectores de Bhaisajyaguru, el buda de la medicina. Esta guardia no es más que yakshas o espíritus de la naturaleza que se consagraron al doctor tras escuchar uno de sus sutras.

Finalmente, dirigiéndonos al sur, llegamos a Laos, Tailandia y Camboya, con los lotes 35358688, 35358652 y 35358437, respectivamente. Aquí cabe destacar la escultura de Buda de la cultura Jemer, fechable en el siglo XIII d. C. Realizada en piedra arenisca, material en que suelen estar talladas este tipo de piezas, supone una importante adhesión al catálogo de la subasta pues, como veníamos comentando, están consiguiendo importantes remates y suponen una interesante inversión de cara al futuro.

Lote 35358688. Pareja de maquetas de pagodas de Laos con 2 budas del reino de Lan Na, s. XIX
Lote 35358652. Dos fragmentos de Ushnisha, Rattanakosin. Tailandia, s. XIX.
Lote 35358437. Buda. Cultura Khmer, s. XII d.C.

Son muchos los lotes que nos dejamos en el tintero, pues estamos ante una subasta con importantes obras que consideramos cubren con nota gran parte del espectro geográfico del territorio oriental, siendo difícil tratar todas con la profundidad que se merecen. No obstante, estamos seguros de que cosecharán un buen resultado, ya que cuenta con una amplia gama de piezas para los diferentes tipos de coleccionista, abarcando un buen repertorio.

External references to Roman urns

Prado Museum

Wikipedia

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La figura de Buda en el arte oriental.

Las figuras antropomórficas de Buda tienen su origen en el norte de la India y los actuales países de Afghanistan y Pakistan en el siglo I d.C. Durante los siglos posteriores, las representaciones de Buda y sus enseñanzas se esparcen en prácticamente cada cultura desde Afganistan hasta Japón y son objetos de contemplación, meditación y veneración en hogares y templos.