Pintor, orfebre y joyero, Jaume Mercadé se formó en la Escuela de Francesc Galí. Se estableció definitivamente en Barcelona en 1916, y ese mismo año celebra su primera exposición individual en las Galerías Layetanas. Durante los dos años siguientes emprende un viaje que le llevará a París y diversas ciudades alemanas. A su vuelta, en 1919, es nombrado profesor de joyería y orfebrería de la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona. Trabajador infatigable, participó en numerosos certámenes y fue galardonado en múltiples ocasiones, siendo también premiado como joyero. Su labor como orfebre, decisiva para la renovación de este arte, le valió diploma de honor y medalla de oro en la Exposición de Artes Decorativas de París de 1924, gran premio y medalla de oro en la Internacional de Barcelona (1929), medalla de oro en las VI y IX Trienales de Milán, y gran premio en la III Bienal Hispanoamericana.
Su pintura le sitúa, en un grado aún mayor, entre los mejores artistas catalanes del momento. Uno de sus cuadros más famosos, “El zeppelín”, obtuvo un importante premio en el concurso “Barcelona vista pels seus artistas”. Entre otras distinciones obtuvo el Gran Premio Juan Gris en 1957, la medalla de bronce de pintura en la Bienal de Alejandría de 1959 y segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1960. Formado inicialmente en el fauvismo, recibió después la influencia noucentista, que templó la sensualidad de su paleta. Mercadé supo evolucionar hasta sus últimos años, centrando su pintura en lo que puede denominarse una mesurada modernidad.
Su mundo propio es el de las ásperas tierras de la región de Tarragona, que estructura en sus cuadros con serenidad y equilibrio. Aunque éste fue siempre su tema principal, también abordó el retrato, el desnudo y el bodegón. Su pintura es muy personal tanto en el aspecto plástico como técnico, y de hecho utilizó arena y polvo de mármol para conseguir la aspereza de la tierra y la rugosidad de los troncos de los algarrobos, tan abundantes en los campos de Tarragona. Su hijo, Jordi Mercadé Farrés, fue también pintor, formándose inicialmente con su padre. Jaume Mercadé está representado en el MACBA, el de Arte Contemporáneo de Madrid, el de Arte de Vilanova i la Geltrú, los de Tossa, Mollet del Vallès y Hospitalet de Llobregat y, especialmente, en el museo de su ciudad natal, Valls, donde se le ha dedicado una sala.