Juan Simón GUTIÉRREZ (Medina Sidonia, Cádiz, 1643 – 1718). “El recibimiento de san Francisco de Borja en la Compañía de Jesús de Roma”.
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GUTIÉRREZ, Juan Simón (Medina Sidonia, Cádiz, 1643 – 1718).
“El recibimiento de san Francisco de Borja en la Compañía de Jesús de Roma”, 1700-1710.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Adjunta informe realizado por Enrique Valdivieso González, catedrático de Historia del Arte de Sevilla.
Medidas: 235 x 170 cm.
El episodio que narra esta pintura tuvo lugar en el año 1550, cuando san Ignacio de Loyola se encontraba junto con otros jesuitas a la puerta de su convento en Roma para recibir al futuro san Francisco de Borja, que ostentaba el título de Duque de Gandía. Éste había renunciado a toda su grandeza nobiliaria, ingresando en la orden jesuítica en 1547 y presentándose tres años después en Roma para que san Ignacio le recibiese entre los miembro de la Compañía de Jesús.
La ejecución de esta obra está realizada con una composición bien organizada, en cuyo centro aparece Francisco de Borja vestido elegantemente como un caballero, y acompañado de sus criados. Al llegar ante san Ignacio, inicia el movimiento para realizar una reverencia, pero san Ignacio se lo impide. Un interesante fondo arquitectónico que sugiere el edificio de la Compañía de Jesús en Roma figura al fondo de la escena, y de él podemos ver las arcadas del patio principal a la derecha y, a la izquierda, la fachada principal.
Particular interés presenta en la pintura la presencia de tres jesuitas que aparecen detrás de san Ignacio, bajo el umbral de la puerta del convento. Estos tres personajes parecen ser tres retratos, que pueden reproducir los rostros de algunos de los miembros de la casa profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla en el momento en que esta obra fue pintada.
Juan Simón Gutiérrez hubo de realizar esta pintura en la plenitud de su carrera artística, en torno a 1700-1710, cuando todavía se mantenía vivo en Sevilla el estilo de Murillo que él conservó a lo largo de toda su vida, siendo de hecho uno de sus mejores seguidores.
Juan Simón Gutiérrez se formó en Sevilla, donde debió entrar en contacto con Murillo, como pone de manifiesto la gran huella que el maestro dejó en sus obras. Consta su presencia en la Academia hispalense entre 1664 y 1667, año en que está documentado su matrimonio. En 1680 obtuvo el cargo de alcalde alamir, siendo el responsable de los exámenes de ingreso de los nuevos alumnos de la Academia. Se conservan obras suyas en centros religiosos como el convento de la Trinidad de Carmona o la iglesia mayor de Santa María la Coronada de Medina Sidonia, así como en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y el de Los Ángeles, en Estados Unidos.
San Francisco de Borja (1510-1572), General de la Compañía de Jesús, duque de Gandía y marqués de Lombay, grande de España y Virrey de Cataluña, era descendiente de los reyes de Navarra y la corona de Aragón, biznieto del papa Alejandro VI y sobrino tataranieto del papa Calixto III. Fue canonizado en 1671 por el papa Clemente X. En el arte, su figura comenzó a representarse muy pronto, casi poco después de su muerte. Sus elementos iconográficos más distintivos son la calavera (en ocasiones coronada), recuerdo de su espanto y causa de su cambio de vida al descubrir la descomposición de la emperatriz Isabel de Portugal cuando iba a hacer entrega de su cadáver en Granada; las coronas ducales por el suelo, signo de su renuncia a todo lo terreno; y las mitras y capelos cardenalicios también rechazados por él. Asimismo, se le suele representar con un rostro sereno, de profunda expresión, reflejo de su interior. Otro elemento propio de su iconografía es la custodia, que representa su defensa de la Eucaristía.
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