Eduardo Úrculo: la sensualidad pop
Creador determinante en la configuración de las vanguardias españolas, Eduardo Úrculo alcanzó la cumbre de la llamada nueva figuración, de la mano del pop art, estilo donde su obra se manifestó con un lenguaje más audaz y personal.
Tras unos inicios dominados por el expresionismo social de denuncia, Úrculo sufrió una crisis creativa que le llevó en 1966, a instalarse en la meca del movimiento hippy que por aquel entonces era Ibiza, isla donde emprendió una nueva etapa personal y creativa que marcaría un punto de inflexión y ruptura con su obra anterior. Un año más tarde, durante un viaje a Estocolmo, descubrió lo que con tanto afán había estado buscando. La exposición antológica donde pudo ver los trabajos de Warhol, Linchestein y Rauschenberg significó el inicio de su idilio con los postulados del pop art revelándose a través de él una neofiguración en la que podrá dar cauce a su faceta más vitalista, lúdica, e irónica.