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DOMÍNGUEZ PALAZÓN, Óscar (La Laguna, Tenerife, 1906 – París, 1957). Lote: 34003840

LOTE EN SUBASTA

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DOMÍNGUEZ PALAZÓN, Óscar (La Laguna, Tenerife, 1906 – París, 1957).
Sin título, 1942.
Carbón sobre papel.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Adjunta certificado de autenticidad emitido por Ana Vázquez de Parga.
Medidas: 27 x 30 cm; 56 x 63 cm (marco).

Domínguez perteneció a la Generación del 27, e inventó la decalcomanía, técnica pictórica que consiste en aplicar gouache negro sobre un papel, el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, para finalmente despegar ambos papeles antes de que se sequen. En 1927, por negocios familiares, Domínguez viaja por primera vez a París. Regresa al año siguiente y entra en contacto con el movimiento surrealista, y especialmente con su figura central, André Breton. Este grupo marcará su trayectoria hasta que es expulsado por acercarse a la pintura de Picasso.

Debutó individualmente en 1933, en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria. En 1935 participó en la Exposición Surrealista de Santa Cruz de Tenerife, en la que firmó el manifiesto “Du temps que les surréalistes aviaient raison”. También son importantes sus objetos surrealistas, algunos de los cuales expuso en París, en la Exposition Surréaliste d’Objets de la Galerie Charles Ratton de 1936. A causa de la Guerra Civil se exilió en Francia, pasando prácticamente el resto de sus días en la capital. El artista vivió los últimos años de su vida preso de la locura tras sufrir acromegalia, enfermedad degenerativa que deformó su físico e hizo crecer extraordinariamente su cráneo. La Nochevieja de 1957 se suicidó en París, completamente borracho, abriéndose las venas en el baño de una fiesta que daba su amiga, la Vizcondesa de Noaffles.

Domínguez es hoy considerado uno de los mayores exponentes mundiales de la vanguardia histórica española que se gestó en París durante las primeras décadas del siglo XX. En general, las figuras y objetos que componen sus obras surrealistas contienen referencias mágicas, mecanicistas y sexuales, situándose muchas de ellas en el paisaje canario a pesar de residir la mayor parte de su vida en París. La aportación más importante que Óscar Domínguez hizo al surrealismo fue la invención de la decalcomanía o calcomanía, técnica en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto. Este procedimiento tuvo una magnífica aceptación entre los surrealistas que lo adoptaron rápidamente e influyó posteriormente en la pintura expresionista abstracta. La decalcomanía consiste en introducir gouache negro líquido entre dos hojas de papel presionándolas de un modo no controlado.

Otra de sus aportaciones al movimiento surrealista fue la teoría de la petrificación del tiempo a través de la cual empieza a introducir en sus composiciones formas cristalizadas y estructuras de redes angulosas. Hay petrificaciones de ese estilo en los cuadros de René Magritte. Está representado en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en los Museos de Arte Moderno de París, Bruselas y Praga, entre otros, aunque la mayor parte de su obra está en manos privadas. También se puede contemplar su obra en el Instituto que lleva su nombre en el TEA de Santa Cruz de Tenerife.