Written by Andrea Domenech

Alta joyería: Lujo y trascendencia

 

Las firmas de lujo y las casas líderes en el sector están apostando más que nunca por la alta joyería, aprovechando un mercado en constante crecimiento. Al adentrarnos en este fascinante universo, es crucial comprender que la creación de una joya es un proceso meticuloso que demanda un nivel excepcional de habilidad y experiencia. Además, el prestigio y la reputación de una firma juegan un papel fundamental en la valoración de sus creaciones. Nombres emblemáticos como Tiffany & Co, Cartier o Van Cleef & Arpels representan la esencia misma de la exclusividad y la excelencia, lo que intensifica el deseo por sus piezas de manera exponencial.

Written by Andrea Domenech

Los felices años 20: Colección privada de Art Nouveau y Art Decó

 

Setdart presenta una importante colección privada enfocada en el primer tercio del siglo XX. No es habitual licitar extensas colecciones dedicadas a periodos tan concretos de la historia del arte. En este caso, dentro de ese inicio de siglo, encontramos pintura, escultura, cerámica y vidrio de las más relevantes manufacturas europeas.  

Written by Andrea Domenech

Los felices años 20: Colección privada de Art Nouveau y Art Decó

Los felices años 20: Colección privada de Art Nouveau y Art Decó

Setdart presenta una importante colección privada enfocada en el primer tercio del siglo XX. No es habitual licitar extensas colecciones dedicadas a periodos tan concretos de la historia del arte. En este caso, dentro de ese inicio de siglo, encontramos pintura, escultura, cerámica y vidrio de las más relevantes manufacturas europeas.  

Divida en tres bloques, con más de quinientos lotes en total, esta colección nos permite recorrer las tendencias artísticas que tuvieron lugar a comienzos del siglo pasado, años de notables cambios estilísticos que trajeron de vuelta técnicas y materiales de épocas pasadas, con el vidrio como gran protagonista.

En pintura destaca la figura de Celso Lagar, con un óleo sobre cartón y tres dibujos sobre papel; así como un óleo sobre lienzo atribuido a Eugenio Lucas Velázquez. La obra del salmantino es una vista de puerto, temática recurrente en su producción y que goza de buena acogida entre los coleccionistas, con remates, en los últimos diez años, que suelen oscilar entre los 3.000 y los 9.000 euros.

Celso Lagar. Lote 35309596 expuesto en Setdart Madrid

En cuanto al goyesco Eugenio Lucas, habitual de las subastas españolas, cuenta remates en sus óleos sobre lienzo que suelen ir entre los 2.000 y los 4.000 euros, aunque no es raro ver subidas extraordinarias que quintupliquen las estimaciones mencionadas.

Eugenio Lucas Velázquez. Lote 35315242 expuesto en Setdart Madrid

Ya en el segundo bloque, y dejando atrás la pintura, nos centramos en escultura y cerámica. Extensísima selección de casi doscientos lotes, con figuras clave del modernismo català como pudieran ser Lambert Escaler o Josep Clarà; del Decó alemán, representado por Adolf Jahn Stettin o por Max Hermann Fritz, entre otros; de la vecina Francia, por mencionar a algunos de los artistas, tenemos a los icónicos pelícanos de Max le Verrier  o las máscaras Art Nouveau de Albert Carrier “Belleuse”. Así podríamos seguir casi sin interrupción, pues célebres manufacturas y nombres propios se suceden en esta subasta sin darnos un descanso.

Lambert Escaler i Milà. Lote 35309959
Adolf Jahn Stettin. Lote 35309497
Max le Verrier. Lote 35309520
Josep Clarà. Lote 35309516
Max Hernann Fritz. Lote 35309676
Albert Carrier. Lote 35309868

Sin embargo, se hace oportuno dedicar un pequeño apartado a dos artistas que, creemos, merecen este reconocimiento. El primero no necesita presentación, pues es de sobra conocido en el mercado del arte: Mariano Benlliure. En esta ocasión, son dos las obras del valenciano que escollan sobre el resto y, ¿por qué motivo? Pues se trata de dos bocetos inéditos para sendos monumentos, a Henri de Lacaze-Duthiers y a Pedro Alonso, el primero en Banyuls-sur-Mer, Francia, y el segundo en Noreña, Asturias. Esta catalogación ha sido posible gracias a la ayuda de Doña Lucrecia Enseñat Benlliure, a la que volvemos a agradecer su colaboración.

Mariano Benlliure. Lote 35309536
Mariano Benlliure. Lote 35309848

Finalmente, queremos hablar de una obra que puede darnos una sorpresa. Se trata del lote 35309511, gallo en bronce pavonado de Charles Artur, con sello de la Fundición Valsuani. La obra del francés se encuentra muy bien posicionada en el mercado del arte, con unos remates que oscilan entre los 3.000 y los 30.000 euros. ¿Es posible que la licitada en Setdart dé la sorpresa? El 19 de marzo saldremos de dudas.

Charles Artus. Lote 35309511

El último bloque, el del día 20 de marzo, es el que más lotes concentra, doscientos doce, esta vez centrado exclusivamente en vidrio. Francia, Italia y España son los países que cuentan con una mayor representación, siendo el primero el que desarrolló una mayor y más variada industria vidriera en este primer tercio de siglo. Algunos ejemplos paradigmáticos de la muestra son: lote 35315232, jarrón con escenas invernales de Daum; se trata de uno de los leitmotivs de la fábrica de Nancy, los cuales suelen cosechar buenos remates en el mercado, alrededor de los dos mil euros. De Lalique, otro habitual en las subastas de vidrio, son varias las piezas licitadas, aunque destacaremos el lote 35315219, Coq nain, un car mascot, piezas con una cronología muy concreta, pues vivieron un importante auge desde 1920 hasta comienzos de 1930, cuando dejaron de estar de moda.

Lote 35315232. Jarrón; Daum
Lote 35315219 expuesto en Setdart Madrid

Finalmente, y volviendo al ámbito catalán, lugar donde el vidrio contó con el mayor desarrollo de la península ibérica, cabe mencionar a Josep Maria Gol y a Xavier Nogués & Ricard Crespo, ambos con representación en el Museu Nacional d’Art de Catalunya y ahora también en Setdart. Del primero es el lote 35309789, selección de seis copas características de su estilo, con un denso esmaltado sobre el fondo incoloro; de los segundos, una delicada pieza, lote 35309657, de la serie de borratxets, temática recurrente en el binomio catalán en excelente estado de conservación, y que bien podría encontrar acomodo en museos catalanes.

Josep María Gol. Lote 35309789
Xavier Nogués y Ricard Crespo. Lote 35309657

Son muchas las piezas que dejamos en el tintero, pero es tarea imposible hacer mención a todas las que son relevantes sin extendernos en demasía, por lo que recomendamos echar un vistazo a todo el catálogo y aprovechar la oportunidad para hacernos con algunas de las extraordinarias piezas licitadas por Setdart en los próximos días 18, 19 y 20 de marzo.

External references to Roman urns

Prado Museum

Wikipedia

Gallé
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En subasta piezas originales de época de jarrones Art Nouveau.

Setdart presenta en subasta desde el 26 de Junio hasta 7 de Julio una serie de piezas originales de época de jarrones Art Nouveau.

ACCESO DIRECTO A SUBASTA AQUÍ

El Art Nouveau fue un estilo internacional que maduró en la última década del siglo XIX, se desarrolló en todo su esplendor durante la primera del XX y se extendió hasta el la Primera Guerra Mundial. Como movimiento internacional, tenía varios planteamientos comunes a todos los países: fue un estilo urbano, impulsado por la burguesía, que reivindicaba el valor del trabajo bien hecho y los procedimientos artesanales, y que defendía la integración de las artes. De ahí la importancia de las artes decorativas durante el periodo Art Nouveau, y el florecimiento de algunas de ellas que, como el vidrio, se hallaban hasta entonces ancladas en los estilos del pasado.

A finales del siglo XIX diversos antecedentes, como el movimiento Arts & Crafts inglés o la influencia del arte japonés, desembocan en un deseo de crear un estilo nuevo, de romper con los historicismos imperantes hasta la fecha. Así, estos artistas recogen ideas anteriores pero, ante todo, buscan esta renovación inspirándose en la naturaleza de manera directa. Nace así un arte de formas estilizadas, muy ornamental, que aprovecha al máximo las cualidades de los materiales. Este deseo de renovación se reflejó también en la valoración de la asimetría y del movimiento, rompiendo con los cánones clásicos.

Gallé

Acceso directo a subasta clickando en la imagen

Dentro de este panorama destaca especialmente por su importancia el vidrio Art Nouveau. En el último tercio del siglo XIX diversos artistas y fabricantes investigarán desde el punto de vista técnico, logrando recuperar prácticamente todas las técnicas empleadas hasta entonces en la fabricación del vidrio. Estos primeros creadores, como J. Brocard, tendrán un interés más técnico que artístico, pero este panorama cambiará radicalmente con la llegada del Émile Gallé, quien elevó el trabajo del vidrio a la categoría de arte y dio inicio a la que será conocida como Edad de Oro del vidrio artístico.

Gallé innovó en todos los campos: creó nuevas técnicas y recuperó las del pasado, representó novedosos temas decorativos e ideó nuevas tipologías acordes a la nueva sensibilidad. Ya desde niño mostró interés en la literatura y la naturaleza, las que serán más tarde sus dos principales fuentes de inspiración. Aprendió el oficio de vidriero en los hornos de vidrio de su familia, y viajó a Londres y París para conocer las colecciones de sus museos. En 1874 se hace cargo de la fábrica de su padre, y cuatro años más tarde presenta sus primeras creaciones en la Exposición Universal de París. En poco tiempo alcanzará grandes éxitos en todo el mundo, obteniendo premios en las Exposiciones Internacionales y vendiendo obras a importantes colecciones y museos.

Sin duda, Émile Gallé fue un hombre totalmente representativo de su época. Era un poeta, un artista por excelencia, capaz de traducir a la materia sus emociones y anhelos, alguien que halló en la alquimia del vidrio, en su luz, en sus matices, una forma de lenguaje. Debido a este talento y a su maestría, su cristalería sería la más famosa de Francia en torno al año 1900. Fue, por otro lado, fundador y presidente de la Escuela de Nancy, cuyos principios siempre siguió. Introdujo en sus piezas todo tipo de técnicas experimentales e innovadoras, así como algunas tradicionales. Una de ellas fue la que hoy en día identificamos como la más representativa del vidrio modernista: el camafeo. Aunque es una técnica conocida desde antiguo, Gallé la renovó a nivel formal y también técnico. Presentó su técnica de camafeo al ácido en la Exposición de París de 1889, con el objetivo de acercar el vidrio modernista al público. Se trataba de una forma de decoración más rápida y barata que el camafeo grabado a rueda, con lo que el resultado eran piezas más asequibles, fabricadas en serie aunque de forma artesanal, ya que no se usaban plantillas sino que se dibujaba el motivo a mano en cada pieza. La técnica del vidrio camafeo consiste en soplar una burbuja de dos o más capas de vidrio de diferentes colores, que luego se tallan o eliminan al ácido rehundiendo el fondo, quedando así el motivo en relieve, en el color de la capa superior del vidrio.

En la manufactura de Gallé, en sus enseñanzas y técnicas, se formaron algunos de los vidrieros franceses más destacados del modernismo, como Paul Nicolas, fundador de las Cristalleries de Saint-Louis (D’Argental). Otros grandes la época, los hermanos Daum, no trabajaron con él pero sí conocieron (e imitaron) sus piezas de primera mano, dado que su manufactura se situaba también en Nancy.

Estos creadores de vidrio artístico de la escuela de Nancy abrirán el camino para una segunda generación de vidrieros que evolucionará hacia el Art Déco ya en la década de 1920, como los hermanos Schneider o Pierre Lalique.

 

Georges DE FEURE
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Georges DE FEURE (París, 1868 – 1943). Pareja de sillones Art Nouveau.

Lote en subasta:

Georges DE FEURE

DE FEURE, Georges (París, 1868 – 1943).
Pareja de sillones de madera tallada y dorada, con tapicería de terciopelo.
Medidas: 100 x 70,5 x 59 cm.

Estas piezas pertenecen a la producción cumbre de Georges de Feure, que le valió en su tiempo los más importantes reconocimientos. A día de hoy,  el mobiliario en madera tallada y dorada es lo más apreciado y buscado por los coleccionistas dentro de la producción de Georges de Feure, y de hecho ha alcanzado altos precios en destacadas casas de subastas.

Lote:

Pareja de sillones Art Nouveau en madera tallada y dorada, con tapicería de terciopelo granate de color profundo y rico. Se alzan sobre cuatro patas con dos diseños diferentes: rectas y ligeramente más estrechas en el pie las frontales, y las traseras siguiendo el modelo de la pata de sable neoclásica, abiertas hacia el exterior, si bien su curvatura armoniza equilibradamente con la forma abierta del respaldo. Tanto las patas frontales como la cintura de los sillones aparecen decoradas con una delicada talla a base de flores y tallos, combinada con líneas que evocan lo vegetal sin llegar a concretarlo, formas sinuosas y totalmente orgánicas que también vemos en las molduras del resto de la estructura. Los brazos son cerrados, enteramente tapizados, y rematados en el frente por formas de nuevo totalmente orgánicas aunque abstractas. Los respaldos presentan una forma suavemente curvada, que abraza la espalda y forma dos ligeras orejas, decoradas con flores talladas en varios planos.

Considerado uno de los principales ebanistas del Art Nouveau parisino, junto a Louis Majorelle y Eugène Galliard, Georges de Feure fue un artista aclamado en su época tanto en Francia como en otros países europeos, de clave importancia no sólo para la difusión del Art Nouveau sino también para su consolidación entre el público, dado que fue uno de los más destacados artistas de Siegfried Bing. A día de hoy se considera que el definitivo afianzamiento del nuevo lenguaje artístico fue obra de este marchante, a través de su tienda “La Maison de l’Art Nouveau” y, especialmente, de su pabellón en la Exposición Universal de París de 1900. Este pabellón fue diseñado por el propio de Feure, y contó con dos importantes espacios completamente creados por él, una sala de estar y un boudoir femenino con delicados muebles, papel de pared y todo tipo de detalles creados por de Feure siguiendo la idea de obra de arte orgánica, total, propia del Art Nouveau. Aunque ambas estancias fueron muy alabadas por la crítica, la que le valió a su creador la medalla de oro de la Exposición fue la sala de estar, cuyo mobiliario guarda importantes similitudes con los sillones que aquí presentamos. De hecho, los muebles que realizó para esta estancia estaban todos realizados en madera tallada y dorada, con rica tapicería. Actualmente puede contemplarse el conjunto original en una fotografía de época perteneciente al “Album de références de l’Art Nouveau (Photo/Album Bing)”, de la biblioteca del Musée d’Arts Décoratifs de París, reproducida en “Art Nouveau Bing. Paris Style 1900”, de Gabriel P. Weisberg, fig. 178, p. 184 (New York: Abrams; Washington, D.C.: Smithsonian Institution Traveling Exhibition Service, 1986). Aparte de las leves diferencias respecto a los muebles de la Exposición, estos sillones están realizados en madera tallada y dorada, y decorados con estilizados y elegantes motivos vegetales de gran delicadeza, motivos que fueron considerados por la crítica contemporánea como el culmen de la elegancia moderna, la delicadeza femenina y la sofisticación. En resumen, en los sillones que aquí presentamos se aprecia con gran claridad esta combinación de un estilo lleno de poesía, exotismo y deslumbrante lujo que alcanzó su cúspide en la Exposición de París de 1900, donde el pabellón de Bing supuso la representación más perfecta de lo que fue el Art Nouveau: la unión de las artes y un diseño exquisito desde el punto de vista del lujo, el virtuosismo y el trabajo artesanal.

 

Georges de Feure:

Georges Joseph van Sluÿters, más conocido por su nombre artístico, Georges de Feure, fue el hijo de un influyente arquitecto neerlandés afincado en París. Inició su formación en el comercio de libros en La Haya, donde entró en contacto con el simbolismo. En 1886, de Feure fue uno de los once estudiantes admitidos en la Rijkscademie voor Beeldende Kunsten de Ámsterdam, aunque dejará las clases al poco tiempo tras decidir que la formación académica tradicional no tenía nada que ofrecerle. Ya de regreso en París, a finales de la década de 1880 se instaló en Montmartre, donde frecuentó la bohemia parisina. En 1890 se convierte en discípulo de Jules Cheret, y comenzará a diseñar carteles para el Salon Des Cent, Loie Fuller y Thermes Liegois. Durante los primeros años de su carrera adquirió renombre como pintor simbolista, y Puvis de Chavannes le consideró uno de los pintores más importantes de dicho movimiento. Ya en la década siguiente será igualmente reconocido como cartelista de gran talento, e ilustrará libros como “La Porte des Réves”, de Marcel Schwob (1899). De Feure expuso sus pinturas en la Societé Nationale en 1894, en el Salón de la Rose Croix en 1893 y 1894, y en la Secesión de Munich en 1896. También se interesará por el diseño, por todo aquello que compone la decoración de una casa; creará diseños para telas estampadas, porcelana, vidrieras… Así, en la década de los noventa será nombrado profesor de artes decorativas en la École des Beaux-Arts.

Sus primeros encargos fueron ilustraciones y diseños de escenografía, hasta que finalmente fue descubierto por uno de los más grandes marchantes del París del momento, Siegfried Bing. Bing comenzó a interesarse en él después de ver muchas de sus pinturas en los Salones de París, así como sus ilustraciones en periódicos de la ciudad y sus carteles. Así, de Feure comenzará en los años noventa a dejar la pintura y la estampa en favor del diseño y las artes decorativas, y ya en el Salón Nacional de Bellas Artes de 1894 expuso diseños de mobiliario y cerámica. De hecho, por esta época empieza a ser conocido como creador de refinados y exquisitos muebles para las clases más acomodadas. De Feure pronto se convirtió en uno de los más importantes diseñadores de Bing, y éste le animó a ampliar su talento a todas las áreas del arte y el diseño. Aunque nunca firmaron un contrato exclusivo, de Feure trabajará principalmente para el marchante, en paralelo a sus encargos privados. De hecho, su trabajo fue expuesto ininterrumpidamente en la tienda de Bing, “La Maison de l’Art Nouveau” (origen del estilo e incluso del término), desde 1895 hasta su cierre, en 1904.

De Feure diseñó todo tipo de piezas para la tienda de Bing, y su mayor éxito será el conjunto de mobiliario de salón que realizó para el pabellón de éste en la Exposición Universal de París de 1900, que le valió la medalla de oro. De hecho, de Feure diseñó la fachada y dos interiores (sala de estar y boudoir femenino) para el pabellón de Bing, creaciones que serán todo un éxito de crítica, y sus diseños de mobiliario fueron descritos en la prensa de la época como la quintaesencia del refinamiento a la francesa. De Feure escogió como motivos principales las mujeres y las flores, con frecuencia combinándolas en un mismo diseño. Así, en obras como su serie “Feminiflores” la mujer llega a transformarse en la flor a la que simboliza. Un crítico contemporáneo escribió que la obra de Feure era un “himno a la belleza de la mujer”. De Feure también contribuyó a otra galería de artes decorativas contemporáneas abierta en París por aquellos años (1898), “La Maison Moderne” de Julius Meier-Grafe. Tras la muerte de Bing, y antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, el artista se trasladó a Gran Bretaña, donde continuó su carrera como diseñador. En 1928 regresa a París y es nombrado profesor de la École Nationale Supérieure des Beaux Arts. Desde entonces compaginará su trabajo artístico con la docencia, ya dentro de un estilo plenamente Art Déco, hasta su muerte en noviembre de 1943, durante la ocupación de París. Actualmente se conservan obras de Georges de Feure en algunos de los museos más importantes del mundo, entre ellos el Museo de Orsay de París, el Metropolitan y el MoMA de Nueva York y el Albertina de Viena.

 

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