5 curiosidades sobre Edgar Plans
Picasso afirmó que aprender a pintar como los artistas del renacimiento le llevó tan solo unos años, pero que pintar como los niños le costó toda una vida. El trasfondo de esta mítica frase del pintor malagueño bien podria aplicarse a la singular visión que Edgar Plans imprime en su universo plástico, revelándose frente a la aniquilación del espíritu de la infancia, el artista gijonés ha decidido, como dijo Picasso, hacer lo más difícil: pintar con la misma libertad de un niño.
Si queréis descubrir algunos de los acontecimientos que han marcado la vida y obra de Edgar Plans no dejéis de leer las siguientes curiosidades que a continuación os planteamos:
- Gracias a su padre, el cineasta y escritor Juan José Plans, Edgar, creció rodeado de aquellas historias entrañables y personajes disparatados que indudablemente influenciaron en su OBRA, impregnándola de una magia y fantasía de la que se alimenta desde sus inicios.
- Plans ha ido desarrollando un estilo muy personal a medio camino entre el grafiti, el pop, la ilustración infantil y el cómic, imprimiendo en ellos ese espíritu rebelde que bebe de la estética de pintores tan dispares como Basquiat, Dubuffet o Twombly.
- Plans fue nombrado el segundo artista emergente más demandado del mundo en 2019. Desde entonces ha logrado consolidarse como una de las figuras de más prestigio y proyección internacional, cuya obra es una de las más deseadas por los coleccionistas de todo el mundo
4. A pesar de su apariencia amable e inocente, sus obras amagan un trasfondo reivindicativo donde habita lo que de verdad le inquieta: la ecología, la violencia, y la rebelión ante las injusticias y ante todas aquellas otras cuestiones que considera que atañen a quienes habitamos el planeta y queremos que la vida siga siendo ese lugar que imaginábamos cuando éramos niños.
5. El profundo conocimiento que Edgar Plans tiene sobre el mundo del jazz se refleja en su obra mediante unas composiciones dotadas de un particular sentido rítmico.
A pesar de los años, y el bagaje que estos le han proporcionado, en su obra sigue asomando ese adolescente sorprendido y entusiasmado que, tras vender su primer cuadro, vio como su sueño de dedicarse y poder vivir de la pintura estaba cada vez más cerca de ser una realidad, confirmando así que a veces los sueños también se cumplen.