En Setdart realizamos mensualmente una subasta de diseño en la que pretendemos presentar piezas de los grandes diseñadores del siglo XX.
Algunos de los principales exponentes del mueble moderno o contemporáneo los encontramos en Escandinavia entre los años 40 y 70, con un estilo lleno de simplicidad y claridad.
A finales de los 40, poco después de la Segunda Guerra Mundial, las condiciones en Dinamarca eran las ideales para el auge del diseño. Con la industrialización del país, la clase obrera empezó a prosperar y a reivindicar un hogar confortable y un mejor estilo de vida.
Esta época de posguerra sirvió para establecer nuevos conceptos y responsabilidades sociales, el deber moral de contribuir a mejorar la vida de la familia media danesa y así se acuñó el término “diseño para todos”.
En este entorno surgieron una generación de arquitectos y ebanistas que eran auténticos funcionalistas y que se dedicaron al diseño de muebles adaptados al cuerpo humano y al tamaño y necesidades básicas del nuevo hogar, muebles funcionales y asequibles para los daneses y los pequeños espacios en los que vivían.
El trabajo de estos diseñadores, con una profunda y fuerte formación, se caracteriza por la innovación, con la utilización de líneas puras, ágiles y ligeras, en definitiva, minimalistas.
En ocasiones se inspiran en modelos clásicos del pasado despojándolos de toda ornamentación supérflua y dotándolos de la ergonomía necesaria para la nueva época que nos ocupa.
Potencian la elegancia de las formas puras con la utilización de bellas maderas nobles como el roble, el palisandro o la teca, con unos acabados artesanales de altísima calidad.
Consiguieron explotar el material al máximo y producir en serie utilizando la técnica de la fabricación contemporánea en pequeñas y medianas empresas familiares donde se primaba la calidad del producto por encima de la cantidad.
No solo buscaron el funcionalismo, el confort, la elegancia y el minimalismo en las formas sino que también persiguieron la resistencia y la durabilidad, y gracias a ello es difícil encontrar un hogar en ese país que no tenga alguna pieza de diseño de la época.
En 1960 el mueble de diseño danés se dió a conocer internacionalmente cuando fue televisado el debate entre John Kennedy y Nixon, utilizando la silla “The round chair” de Hans J. Wegner. Kennedy, con problemas de espalda, insistió en sentarse en esta silla de Wegner ya que la consideró la única apropiada para el momento y estas imágenes, que dieron la vuelta al mundo, fueron un potente elemento clave de marketing.
El mueble danés recibió un segundo impulso en 1963 cuando de forma inesperada la modelo británica Christine Keeler se dejó fotografiar desnuda por Lewis Morley sobre la silla “El 7” de Arne Jacobsen, hecho que desencadenó un gran escándalo en la época y, también, una gran difusión.
Durante los últimos 20 años la popularidad de los muebles de diseño danés no ha hecho más que aumentar, con su belleza serena, su estilismo suave, comodidad, maderas naturales y su atemporalidad que gana con el tiempo, siendo del gusto de coleccionistas asiáticos, americanos y europeos.
Piezas de estos clásicos-modernos como Hans J. Wegner, Arne Jacobsen, Finn Juhl, Verner Panton, Borge Moensen, Paul Henningsen, Arne Vodder, Ole Wencher, Severin Hansen o Paul M. Volther… se encuentran en las colecciones de los mejores museos como el MOMA de Nueva York.
No se pierdan la subasta de diseño en Setdart. Encontrarán piezas de estos diseñadores y otros de reconocimiento y fama internacional como Ettore Sottsass, Charles Eames o Paolo Buffa .