Georges de Feure, mobiliario Art Nouveau
Estas piezas pertenecen a la producción cumbre de Georges de Feure (París, 1868 – 1943), el mobiliario en madera tallada y dorada, que le valió en su tiempo los más importantes reconocimientos oficiales y galardones. A día de hoy, los muebles tallados y dorados son lo más apreciado y buscado por los coleccionistas dentro de la producción de Georges de Feure, y de hecho han alcanzado altos precios en subastas de destacadas casas como Sotheby’s París (pareja de sillas, vendidas el 24 de mayo de 2007 por 5.000€).
Pareja de sillones Art Nouveau en madera tallada y dorada, con tapicería de terciopelo granate de color profundo y rico. Se alzan sobre cuatro patas con dos diseños diferentes: rectas y ligeramente más estrechas en el pie las frontales, y las traseras siguiendo el modelo de la pata de sable neoclásica, abiertas hacia el exterior, si bien su curvatura armoniza equilibradamente con la forma abierta del respaldo. Tanto las patas frontales como la cintura de los sillones aparecen decoradas con una delicada talla a base de flores y tallos, combinada con líneas que evocan lo vegetal sin llegar a concretarlo, formas sinuosas y totalmente orgánicas que también vemos en las molduras del resto de la estructura. Los brazos son cerrados, enteramente tapizados, y rematados en el frente por formas de nuevo totalmente orgánicas aunque abstractas. Los respaldos presentan una forma suavemente curvada, que abraza la espalda y forma dos ligeras orejas, decoradas con flores talladas en varios planos.
Mesita Art Nouveau en madera tallada y dorada, con tablero de mármol de expresivo veteado, que comparte con las tallas el aspecto orgánico y vital. Consta de un tablero de perfil sinuoso, con tramos rectos prolongados por curvas ondulantes que eliminan los ángulos. Se alza sobre cuatro patas inspiradas en la cabriolé del rococó, convertidas por el talento de Georges de Feure en tallos estilizados y fluidos en sus formas. Las rodillas están decoradas con grandes flores, que se unen a un faldón en el que las líneas ondulantes pierden el naturalismo vegetal para sugerir lo orgánico sin llegar a concretarlo.
Georges de Feure
Considerado uno de los principales ebanistas del Art Nouveau parisino, junto a Louis Majorelle y Eugène Galliard, Georges de Feure fue un artista aclamado en su época tanto en Francia como en otros países europeos, de clave importancia no sólo para la difusión del Art Nouveau sino también para su consolidación entre el público, dado que fue uno de los más destacados artistas de Siegfried Bing. A día de hoy se considera que el definitivo afianzamiento del nuevo lenguaje artístico fue obra de este marchante, a través de su tienda “La Maison de l’Art Nouveau” y, especialmente, de su pabellón en la Exposición Universal de París de 1900. Este pabellón fue diseñado por el propio de Feure, y contó con dos importantes espacios completamente creados por él, una sala de estar y un boudoir femenino con delicados muebles, papel de pared y todo tipo de detalles creados por de Feure siguiendo la idea de obra de arte orgánica, total, propia del Art Nouveau. Aunque ambas estancias fueron muy alabadas por la crítica, la que le valió a su creador la medalla de oro de la Exposición fue la sala de estar, cuyo mobiliario guarda importantes similitudes con los sillones que aquí presentamos.
Georges de Feure fue el hijo de un influyente arquitecto neerlandés afincado en París. Inició su formación en el comercio de libros en La Haya, donde entró en contacto con el simbolismo. En 1886, de Feure fue uno de los once estudiantes admitidos en la Rijkscademie voor Beeldende Kunsten de Ámsterdam, aunque dejará las clases al poco tiempo tras decidir que la formación académica tradicional no tenía nada que ofrecerle. Ya de regreso en París, a finales de la década de 1880 se instaló en Montmartre, donde frecuentó la bohemia parisina. En 1890 se convierte en discípulo de Jules Cheret, y comenzará a diseñar carteles para el Salon Des Cent, Loie Fuller y Thermes Liegois. Durante los primeros años de su carrera adquirió renombre como pintor simbolista, y Puvis de Chavannes le consideró uno de los pintores más importantes de dicho movimiento. Ya en la década siguiente será igualmente reconocido como cartelista de gran talento, e ilustrará libros como “La Porte des Réves”, de Marcel Schwob (1899). De Feure expuso sus pinturas en la Societé Nationale en 1894, en el Salón de la Rose Croix en 1893 y 1894, y en la Secesión de Munich en 1896. También se interesará por el diseño, por todo aquello que compone la decoración de una casa; creará diseños para telas estampadas, porcelana, vidrieras… Así, en la década de los noventa será nombrado profesor de artes decorativas en la École des Beaux-Arts. Sus primeros encargos fueron ilustraciones y diseños de escenografía, hasta que finalmente fue descubierto por uno de los más grandes marchantes del París del momento, Siegfried Bing.
Bing comenzó a interesarse en él después de ver muchas de sus pinturas en los Salones de París, así como sus ilustraciones en periódicos de la ciudad y sus carteles. Así, de Feure comenzará en los años noventa a dejar la pintura y la estampa en favor del diseño y las artes decorativas, y ya en el Salón Nacional de Bellas Artes de 1894 expuso diseños de mobiliario y cerámica. De hecho, por esta época empieza a ser conocido como creador de refinados y exquisitos muebles para las clases más acomodadas. De Feure pronto se convirtió en uno de los más importantes diseñadores de Bing, y éste le animó a ampliar su talento a todas las áreas del arte y el diseño. Aunque nunca firmaron un contrato exclusivo, de Feure trabajará principalmente para el marchante, en paralelo a sus encargos privados. De hecho, su trabajo fue expuesto ininterrumpidamente en la tienda de Bing, “La Maison de l’Art Nouveau” (origen del estilo e incluso del término), desde 1895 hasta su cierre, en 1904. De Feure diseñó todo tipo de piezas para la tienda de Bing, y su mayor éxito será el conjunto de mobiliario de salón que realizó para el pabellón de éste en la Exposición Universal de París de 1900, que le valió la medalla de oro. De hecho, de Feure diseñó la fachada y dos interiores (sala de estar y boudoir femenino) para el pabellón de Bing, creaciones que serán todo un éxito de crítica, y sus diseños de mobiliario fueron descritos en la prensa de la época como la quintaesencia del refinamiento a la francesa. De Feure escogió como motivos principales las mujeres y las flores, con frecuencia combinándolas en un mismo diseño. Así, en obras como su serie “Feminiflores” la mujer llega a transformarse en la flor a la que simboliza. Un crítico contemporáneo escribió que la obra de Feure era un “himno a la belleza de la mujer”. De Feure también contribuyó a otra galería de artes decorativas contemporáneas abierta en París por aquellos años (1898), “La Maison Moderne” de Julius Meier-Grafe.
Tras la muerte de Bing, y antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, el artista se trasladó a Gran Bretaña, donde continuó su carrera como diseñador. En 1928 regresa a París y es nombrado profesor de la École Nationale Supérieure des Beaux Arts. Desde entonces compaginará su trabajo artístico con la docencia, ya dentro de un estilo plenamente Art Déco, hasta su muerte en noviembre de 1943, durante la ocupación de París. Actualmente se conservan obras de Georges de Feure en algunos de los museos más importantes del mundo, entre ellos el Museo de Orsay de París, el Metropolitan y el MoMA de Nueva York y el Albertina de Viena.