En subasta piezas originales de época de jarrones Art Nouveau.
Setdart presenta en subasta desde el 26 de Junio hasta 7 de Julio una serie de piezas originales de época de jarrones Art Nouveau.
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El Art Nouveau fue un estilo internacional que maduró en la última década del siglo XIX, se desarrolló en todo su esplendor durante la primera del XX y se extendió hasta el la Primera Guerra Mundial. Como movimiento internacional, tenía varios planteamientos comunes a todos los países: fue un estilo urbano, impulsado por la burguesía, que reivindicaba el valor del trabajo bien hecho y los procedimientos artesanales, y que defendía la integración de las artes. De ahí la importancia de las artes decorativas durante el periodo Art Nouveau, y el florecimiento de algunas de ellas que, como el vidrio, se hallaban hasta entonces ancladas en los estilos del pasado.
A finales del siglo XIX diversos antecedentes, como el movimiento Arts & Crafts inglés o la influencia del arte japonés, desembocan en un deseo de crear un estilo nuevo, de romper con los historicismos imperantes hasta la fecha. Así, estos artistas recogen ideas anteriores pero, ante todo, buscan esta renovación inspirándose en la naturaleza de manera directa. Nace así un arte de formas estilizadas, muy ornamental, que aprovecha al máximo las cualidades de los materiales. Este deseo de renovación se reflejó también en la valoración de la asimetría y del movimiento, rompiendo con los cánones clásicos.
Dentro de este panorama destaca especialmente por su importancia el vidrio Art Nouveau. En el último tercio del siglo XIX diversos artistas y fabricantes investigarán desde el punto de vista técnico, logrando recuperar prácticamente todas las técnicas empleadas hasta entonces en la fabricación del vidrio. Estos primeros creadores, como J. Brocard, tendrán un interés más técnico que artístico, pero este panorama cambiará radicalmente con la llegada del Émile Gallé, quien elevó el trabajo del vidrio a la categoría de arte y dio inicio a la que será conocida como Edad de Oro del vidrio artístico.
Gallé innovó en todos los campos: creó nuevas técnicas y recuperó las del pasado, representó novedosos temas decorativos e ideó nuevas tipologías acordes a la nueva sensibilidad. Ya desde niño mostró interés en la literatura y la naturaleza, las que serán más tarde sus dos principales fuentes de inspiración. Aprendió el oficio de vidriero en los hornos de vidrio de su familia, y viajó a Londres y París para conocer las colecciones de sus museos. En 1874 se hace cargo de la fábrica de su padre, y cuatro años más tarde presenta sus primeras creaciones en la Exposición Universal de París. En poco tiempo alcanzará grandes éxitos en todo el mundo, obteniendo premios en las Exposiciones Internacionales y vendiendo obras a importantes colecciones y museos.
Sin duda, Émile Gallé fue un hombre totalmente representativo de su época. Era un poeta, un artista por excelencia, capaz de traducir a la materia sus emociones y anhelos, alguien que halló en la alquimia del vidrio, en su luz, en sus matices, una forma de lenguaje. Debido a este talento y a su maestría, su cristalería sería la más famosa de Francia en torno al año 1900. Fue, por otro lado, fundador y presidente de la Escuela de Nancy, cuyos principios siempre siguió. Introdujo en sus piezas todo tipo de técnicas experimentales e innovadoras, así como algunas tradicionales. Una de ellas fue la que hoy en día identificamos como la más representativa del vidrio modernista: el camafeo. Aunque es una técnica conocida desde antiguo, Gallé la renovó a nivel formal y también técnico. Presentó su técnica de camafeo al ácido en la Exposición de París de 1889, con el objetivo de acercar el vidrio modernista al público. Se trataba de una forma de decoración más rápida y barata que el camafeo grabado a rueda, con lo que el resultado eran piezas más asequibles, fabricadas en serie aunque de forma artesanal, ya que no se usaban plantillas sino que se dibujaba el motivo a mano en cada pieza. La técnica del vidrio camafeo consiste en soplar una burbuja de dos o más capas de vidrio de diferentes colores, que luego se tallan o eliminan al ácido rehundiendo el fondo, quedando así el motivo en relieve, en el color de la capa superior del vidrio.
En la manufactura de Gallé, en sus enseñanzas y técnicas, se formaron algunos de los vidrieros franceses más destacados del modernismo, como Paul Nicolas, fundador de las Cristalleries de Saint-Louis (D’Argental). Otros grandes la época, los hermanos Daum, no trabajaron con él pero sí conocieron (e imitaron) sus piezas de primera mano, dado que su manufactura se situaba también en Nancy.
Estos creadores de vidrio artístico de la escuela de Nancy abrirán el camino para una segunda generación de vidrieros que evolucionará hacia el Art Déco ya en la década de 1920, como los hermanos Schneider o Pierre Lalique.