La senda del claroscuro, de Italia a España.
Uno de los rasgos principales del Barroco es, sin duda, su teatralidad. Una visión exagerada de la realidad que llama poderosamente al espectador creando así un mensaje claro, directo y profundamente atractivo. La luz en la pintura recuerda a la de un escenario, es capaz de dirigir la mirada hacia lo importante y cargarla del dramatismo necesario. Los fuertes contrastes lumínicos producen volúmenes con mayor profundidad y dinamismoconsiguiendo la sensación de escaparse del lienzo.
De las figuras más relevantes en esta técnica fue José de Ribera, que acabaría encuadrándose dentro del espectro del Tenebrismo. Este artista español fue crucial para trasladar estas nuevas ideas hasta nuestro país. Un ejemplo para entender las dos técnicas lo encontramos dentro del catálogo de nuestra próxima subasta con la obra del taller de Ribera titulada San Francisco de Paula (lote 35115857). Los fondos opacos y sin forma parecen engullir en la oscuridad la silueta del santo en la que apenas nos deja entrever parte de su rosto y manos, así como las Sagradas Escrituras.
Una obra española que sigue la estética tenebrista, mirando tanto a los modelos de Ribera como a las obras de pintores españoles como Zurbarán, es la del círculo de Cristóbal García Salmerón, Santo Tomás (lote 35256770). El personaje se presenta como un tipo popular, tanto que podría resultar coetáneo en casi cualquier época. Su mirada fija y frontal al espectador se llena de intensidad por la luz que incide sobre el de forma oblicua y acaba proyectando un relieve misterioso. El escorzo que produce su mano mostrando el papel provoca una sensación de profundidad adicional invitando casi a unirse al interior de la pintura.
El siguiente lote 35272594, San Jerónimo Penitente es una muestra especialmente llamativa por ser una obra inacabada en la que podemos ver parte del proceso creativo, usando como recurso el claro oscuro. La propia base del lienzo es de un color tierra tan oscuro que obliga al pintor a dibujar contornos y siluetas desde un negro casi puro. Los volúmenes van adquiriendo forma según el pintor fue aplicando notas de luz sobre esa base con una soltura y rapidez destacables. Un fantástico recurso para entender la forma de trabajo de un pintor.
Por último, cabría destacar a uno de los mejores pintores del círculo de Murillo, Pedro Núñez de Villavicencio. Alejándose de los tonos suaves y dulces característicos del maestro sevillano, pinta a un joven pastor junto a un cordero y unas aves (lote 352563229). Esta escena costumbrista es el resultado de la visión personal del pintor de la realidad del momento, a caballo entre lo anecdótico y estético, con la parte miserable y cruda. Un ejemplo de una idea cercana en el tiempo con un proceso creativo parecido se dio en Italia en pintores de género como losBambocianti, Monsú Bernardo o Giacomo Ceruti.