El tándem formado por la Moda y el Arte nos ha demostrado repetidamente una perfecta sintonía. La transgresión de la moda en el arte, lejos de restar, ha abierto la puerta a un sinfín de posibilidades creativas que la han impulsado al estatus de fenómeno cultural. Teniendo en cuenta que la moda es en definitiva un medio de expresión a través del que nos podemos identificar, resulta casi inevitable que los diseñadores se refugiaran en el arte como un medio de inspiración e influencia iniciando así un dialogo entre ambas prácticas del que han surgido algunas de las colecciones más memorables de la historia. En ocasiones estos diseñadores son tentados a crear toda una colección de moda inspirada en pinturas y otras veces usan el mismo punto conceptual para crear una pieza icónica. De hecho, este vínculo viene fortaleciéndose hace ya un tiempo gracias al impulso de muchas firmas para conectar ambas disciplinas convirtiéndose en plataformas de apoyo para la creación artística y demostrando así su compromiso con la cultura.
A continuación, descubrimos algunas de las creaciones de moda más sorprendentes que fueron inspiradas por hermosas obras de arte.
Elsa SchiaparellI y Salvador Dalí
Como gran apasionada del arte, la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli quiso reflejar en cada uno de sus diseños el movimiento surrealista de los años 30. De ahí que colaborase con artistas vanguardistas como Jean Cocteau y Salvador Dalí. Su amistad con el genio surrealista se convirtió en una rica fuente de creatividad que se materializó en vestidos y sombreros icónicos, como el vestido langosta (el famoso lobster dress) y el sombrero zapato.
Yves Saint Laurent Y Mondrian
Yves Saint Laurent ideó múltiples creaciones inspiradas en el mundo del arte que han llegado a convertirse en verdaderos iconos. “Mondrian”, una de sus colecciones más célebres, fue no tan sólo una oda al artista, sino una muestra viva del diálogo existente entre la moda y el arte. Hoy en día, cuatro de los ocho vestidos Mondrian son exhibidos en museos : uno en el MET de Nueva York, el segundo en el Victoria & Albert Museum de Londres, otro en Rijskmuseum en Amsterdam, y el cuarto en el Kyoto Costume Institute en Japón.
Pero sus coqueteos con el mundo del arte no finalizaron aquí y años después Yves Saint Laurent realizaría varias colecciones inspiradas en el cubismo de Picasso y Braque, Matisse o Van Gogh.
Versace y Andy Warhol
El fallecido modisto italiano Gianni Versace se vio seducido por el Pop Art de Andy Warhol y creó en 1991 la colección conocida como Pop Collection, con diseños inspirados en sus trabajos, en los que estampó sus telas con retratos de los iconos de estilo más inmortales de Hollywood, como Marilyn Monroe o James Dean. Con su personal visión del mundo de la moda, Versace transformó sus desfiles en una parte esencial de la cultura pop de nuestros tiempos.
Dolce & Gabanna y los mosaicos bizantinos
La pareja de dieñadores italianos se inspiraron en los mosaicos de la Catedral de Monreale para crear su colección de otoño/invierno de 2013. Los diseñadores estudiaron con detalle durante seis meses la decoración de la catedral encontrando el leitmotiv de estas creaciones en la imaginería del siglo XII y los mosaicos bizantinos. El resultado fue una espectacular colección de vestidos convertidos en piezas joya que son casi una reproducción del interior del templo.
Alexander McQueen, El Bosco y Gustave Klimt
Alexander McQueen ha sido otro de los grandes diseñadores que se dejaron seducir por el arte. En su última colección, realizada en 2010, se inspiró en las pinturas del Bosco creando piezas surrealistas hechas con estampados digitales de algunas de las obras del artista. Años más tarde, la firma que lleva su nombre, y de la mano de la diseñadora Sarah Burton, se inspiró en el pintor Gustave Klimt y obras como “El Beso”, “La esperanza”, o “El retrato de Emilie Flöge” para su colección ‘Resort’ de 2013.
Moschino y Pablo Picasso
Jeremy Scott, director creativo de Moschino, homenajeó en su última colección de 2020 a Pablo Picasso tomando los iconos y temas más representativos del artista para convertirlos en el hilo conductor de sus creaciones. Las pinturas cubistas y del Periodo Rosa con su temática circense se convirtieron de la mano del diseñador en desbordantes vestidos en los que “chica con mandolina” o sus “Arlequines” parecen cobrar vida.
En otras ocasiones son los propios artistas los que han colaborado directamente con la moda, aportando sus ideas para las nuevas creaciones o interviniéndolas. Es el caso de artistas como Murakami y su exitosa reinterpretación de los clásicos bolsos de Louis Vuitton, o de Jeff Koons, quien también ha colaborado con la misma firma estampando en sus bolsos las obras de arte más icónicas de la historia
Esta es solo una pequeña selección dentro de la infinidad de casos en los que la moda y el arte van de la mano demostrándonos que a esta relación sigue siendo una fuente inagotable de creatividad.
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