Símbolo de  elegancia y distinción la firma de joyería ALDEBERT, fue fundada en París en el año 1875. Eugine Aldeber, junto a su esposa Jeanne, iniciaron un proyecto fundamentado en  la creación de joyas de diseños exclusivos, donde primara la calidad, y el saber hacer, sumados a una estética personal e innovadora. Preceptos esenciales para convertir su firma en una marca de lujo. Fueron pioneros en concebir la joya, como elemento esencial de definición de la mujer como concepto,  y no solo como complemento de su atuendo. Entendieron el uso de la joya, como un símbolo distintivo, que permitía describir a una mujer actual, cosmopolita y elegante. Para lo cual  llevaron a cabo diversas colaboraciones con grandes diseñadores y joyeros de la época  como Jeanne Lanvin, Coco Chanel, o Jeanne Toussaint.

Una firma pensada por mujeres y para mujeres, que se consolidó con la dirección de Marie LouiseAldebert, hermana del fundador, quien a través de sus relaciones sociales, en las que se incluía la aristocracia y el mundo del espectáculo, fortaleció el nombre de la marca. Vinculándola aún más al mundo de la moda, y continuando con las colaboraciones. Ejemplo de ello es la relación que se estableció en 1975, con la casa CARTIER. Cinco años más tarde la firma fue galardonada con la medalla de plata en la Villa de Paris, en reconocimiento a su afianzada carrera. En  1983 la firma pasó a formar parte del capital de Baume&Mercier-Piaget y en 1988 se vinculó al grupo CARTIER,  pero definiéndose en 1992 como firma de joyería independiente, bajo la dirección de Marie AngeL´bel.

Este es un conjunto de la mítica firma, compuesto por collar, pendientes, y anillo, realizados en oro de ley 18 kts y con más de 72 quilates de diamantes, en talla brillante. Dicho conjunto refleja la estética de la marca, durante las décadas de 1980 y principios de 1990. Las tres piezas que conforman este conjunto, presentan un diseño inspirado en el mítico “nudo de Heracles”, aunque desde una perspectiva estética más actual, al comprimir el trenzado y adaptarlo al estilo de la época. Una resignificación que convierte a este conjunto, en un símbolo de distinción y exclusividad dentro de las joyas de dicho periodo.