Cáliz; Cataluña u Occitania, principios del siglo XIV. Lote: 34003935
Cáliz; Cataluña u Occitania, principios del siglo XIV.
Plata y plata vermeil.
Presenta restos de marcas en la base.
Medidas: 21 x 14,5 cm.
Procede del “Thesaurus Gosconensis”, que se dispersó a principios del siglo XIX tras el asalto de las tropas napoleónicas a la Força de Goscons (conocido actualmente como Castillo de Goscons). Los Goscons fueron un linaje originario del valle de Goscons, situado en el Montnegre y actualmente incluido en el término municipal de Arenys de Munt (Barcelona). Los miembros de este linaje poseían una antigua fortaleza, y ostentaron derechos de jurisdicción sobre una extensa zona del Maresme y el Vallès Oriental.
Está documentado que ostentaron la castellanía de la fortaleza de Montpalau, bajo el dominio de los vizcondes de Cabrera, y que poseyeron los señoríos de Sacreu y de la Quadra de Goscons. La rama troncal de esta estirpe se extinguió en el siglo XIII con Brunissenda de Goscons, hija de Tomás y Ferrara de Goscons, al contraer matrimonio en 1266 con Pere de Arquer. Sus descendientes pasaron a apellidarse Arquer de Goscons, asumiendo los privilegios y dignidades de sus antecesores. En el nudo central del fuste de este cáliz se puede leer la inscripción grabada “DEUS ARCUM SUUM TENDIT” (“Dios tensa su arco”), precisamente el lema de la familia Arquer, a la que pertenecían los Goscons en la fecha de realización de la pieza, principios del siglo XIV. La familiar Arquer, Arquier, Arque o Arquero procedía de Francia, y pasó a España en el siglo XIII buscando el amparo de los Condes de Barcelona.
Este cáliz gótico, datado a principios del siglo XIV y procedente de la zona de Cataluña-Occitania, está realizado en plata repujada, cincelada y grabada, con copa en plata vermeil, un recurso expresivo que busca el contraste de colores muy típico de la platería de la época. el pie, de perfil lobulado a base de curvas ingletadas, típico del último gótico, está decorado en tres de sus lóbulos con motivos grabados y repujados relacionados con la Pasión de Cristo, y por tanto directamente alusivos a la Eucaristía. En uno de ellos vemos la cruz sobre un suelo rocoso, sobre un fondo matizado mediante punteado, una técnica típica de la platería gótica, que también vemos en los otros tres lóbulos. Acompañan a la cruz los instrumentos de la Pasión: tenazas, lanza, esponja empapada en vinagre, etc. En otro lóbulo vemos una túnica flanqueada por dados, representados sin intención de tridimensionalidad, en un estilo sintético y convencional equivalente al de la pintura contemporánea. Este motivo alude al episodio en el cual los soldados le quitan la túnica a Cristo y se la juegan a los dados. Finalmente, el tercer lóbulo aloja la representación de la columna a la que ataron a Cristo para su flagelación, acompañada por dos látigos y rodeada por la soga con que se ató al Salvador.
Este pie es plano, suavemente escalonado en su perímetro, que está decorado en su alzado con una banda grabada a base de rombos. El pie se alza en su centro para unirse con el fuste, que presenta una estructura de astil típicamente gótica. Ésta sigue la compartimentación facetada del pie, en siete lados. Este gusto por las facetas, de inspiración arquitectónica y continuada desde el pie hasta la unión con la copa, es típico del cáliz gótico. Aquí vemos un nudo inferior con redes de rombos grabadas y cornisas salientes en la base y la parte superior, sobre él un cuerpo liso, siempre facetado, y fajado por una moldura lisa, sobre el cual se sitúa directamente el nudo, protagonista de la estructura de astil. Éste es de nuevo hexagonal, y aunque se basa en la forma de manzana achatada típica del cáliz gótico se convierte en un prisma totalmente geométrico gracias a este riguroso facetado. En su parte superior, lisa, ostenta la inscripción mencionada más arriba, el lema de la casa Arquer. Su perfil está decorado con redes de rombos grabadas, manteniendo una clara unidad estilística con el pie y el resto del fuste. Sobre este nudo vemos un carrete de nuevo facetado, que da paso a la copa, lisa ya rompiendo con el uniforme facetado, si bien lo mantiene en la subcopa, muy reducida. Ésta está formada por una corona de hojas, de las cuales las más grandes coinciden con los ángulos del facetado inferior.