Arqueología, un viaje al pasado con Setdart.
Escultura funeraria y votiva, elementos arquitectónicos, joyas y utilería doméstica procedentes de culturas milenarias y de las principales civilizaciones que conforman los pilares de la historia universal, coinciden en la subasta de arqueología, actualmente en ciernes, que se celebra en Setdart.
Recorreremos, si nos adentramos en esta colección, todas las latitudes del orbe y viajaremos a través de los siglos, desde el Egipto de la Baja Época y la China del período de los Reinos Combatientes, pasando por la Magna Grecia, Etruria y Roma, surcando mares hacia Mesoamérica y su arte precolombino.
Ésta es sólo una de las posibles rutas por la vasta geografía de tesoros invaluables del pasado que desplegamos en nuestra galería de lotes, y que ejemplificamos con: una máscara funeraria egipcia con escritura jeroglífica dedicada a Osiris (véase lote 35218133), en buen estado de conservación tanto en su madera como en los pigmentos. Del Antiguo Egipto, cabe nombrar asimismo al ushebti de fayenzaencontrado enla tumba del príncipe Khaemwaset(h. 1281-1225 a.C.), cuarto hijo del faraón Ramsés II, y el segundo de su Gran Esposa Real, la reina Isis-Nefert (véase lote 35218129).Los Ushebti materializaban espíritus que habrían de servir a personajes importantes en la otra vida, siendo Khaemwaset sacerdote del dios Ptah y gobernador de Menfis, además de príncipe heredero.
En cuanto a la época romana, cabe citar una deliciosa pintura al fresco (s.I-II d.C) que representa una ninfa adoptando un grácil gesto, como si fuera a emprender un paso de danza (lote 35252020). Las cintas que envuelven el largo vestido enfatizan las suaves curvas femeninas y la etérea condición de su cuerpo. La pintura presenta similitudes con el llamado “tercer estilo pompeyano,” que se desarrolló durante en el siglo I d.C. Mientras que en el “segundo estilo” (desarrollado el siglo I a.C.) dominaba la recreación arquitectónica, como en el conjunto de la Casa de los Misterios de Pompeya, el “tercer estilo” se caracterizó por el énfasis en las figuras humanas aisladas, aunque no sinmenoscabo al elemento decorativo y a los elementos arquitectónicos más fantasiosos.Normalmente, estas figuras aisladas representaban alegorías o figuras mitológicas.
No menos destacable es el mosaico romano (II d.C), de considerables dimensiones, que se licita también en esta colección (lote 35251998). El tipo de representación (un asno en movimiento inserto en un paisaje insinuado mediante brotes flores y un sol cenital) fue usada en los suelos de las estancias principales de las villas romanas
En escultura romana en mármol, coinciden dos importantes piezas: un torso de Venus púdica (35252008), siguiendo modelos de origen praxiteliano, y una fuente con erote (35252027). Se trata de una escultura de erote o putti sosteniendo un ánfora sobre su hombro, probablemente concebida para una domus, esto es, un espacio doméstico. Fueron muy frecuentes en los jardines y peristilos de las villae romanas este tipo de esculturas de infantes, que hacían las veces de fuentes.
Para los amantes de la joyería antigua, y sin abandonar Roma, no dejen de contemplar un anillo en oro y plata (35278233), con sello en el que viene grabado el “dextrarumiunctio”, símbolo de concordia, aludiendo a la alegoría de la Concordia (diosa de la armonía matrimonial y el buen entendimiento político).
Crucemos ahora el Atlántico para encontrarnos con tipologías dispares de cuencos de cerámica pertenecientes a la cultura maya: todas ellas decoradas con relieves y motivos incisos, se trata de piezas realizadas mediante modelado, dado que los mayas no conocían el torno.
Siguiendo con las culturas precolombinas, encontramos un colgante zoomorfo Quimbaya (Tayrona, Colombia, 600-1200 d.C.) y una representación en aleación de oro y cobre de un chamán Tumbaga. Quimbaya fue un pueblo cuyas piezas de orfebrería en aleación de oro y plata son especialmente imaginativas y de gran calidad artística. Como también lo son las figuras en terracota de Nayarit (Occidente de México. 200 a.C.-200 d.C.), de la que se recupera aquí un ejemplar (35217647), o los vasos de terracota de la cultura Nazca, ricamente policromados. Los nazca utilizaban una técnica peculiar, que consistía en pintar toda la superficie de la vasija antes de la cocción, con pigmentos polícromos aplicados en hasta once gradaciones de color, con una amplia variedad de matices (35217645).