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HAES, Carlos de (Bruselas, 1829 – Madrid, 1898). Lote: 34003957

LOTE EN SUBASTA

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HAES, Carlos de (Bruselas, 1829 – Madrid, 1898).
“Paisaje costero”.
Óleo sobre lienzo.Reentelado.
Firmado en la zona inferior izquierda.
Medidas: 35 x 65 cm; 60 x 89 cm (marco).

 

La familia Haes se traslada desde Bruselas a España en 1835, concretamente a Málaga, donde Carlos inicia su formación como discípulo de Luis de la Cruz. En 1850 decide continuar sus estudios en su tierra natal, aprendiendo de los grandes paisajistas flamencos. En paralelo entra en contacto con los artistas belgas contemporáneos, que exponen regularmente en los Salones de Bruselas. Una vez allí trabaja junto al paisajista Joseph Quinaux, quien le introduce en la pintura al aire libre, clave para la formación de su personalidad artística.

Vuelve a España y empieza a cosechar éxitos, como la tercera medalla en la Exposición Nacional de 1856. Al año siguiente obtiene la cátedra como profesor de paisaje en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, posición desde la cual formará a toda una generación de paisajistas en el ejercicio de la pintura al aire libre, dentro del realismo. Alumnos suyos fueron Aureliano Beruete y Darío de Regoyos. Sigue obteniendo premios, como la primera medalla de la Exposición Nacional de 1858. En 1860 es nombrado académico de San Fernando, el mismo año que obtiene otra primera medalla en la Nacional. De nuevo obtiene primera medalla en 1862.

Pese a todo, no puede considerársele seguidor del plenairismo, ya que era partidario de trabajar del natural sólo los bocetos, mientras que consideraba que el cuadro debía ser acabado al modo clásico, en el taller. No obstante, fue el introductor del paisajismo en la pintura española, hasta el punto que se creó para él la primera cátedra de paisaje de la Academia de San Fernando. Sus vistas están compuestas a la manera clásica, aunque con predominio de la tierra frente al cielo, que normalmente ocupa un tercio del lienzo. Haes considera el paisaje como un género de entendidos, al ser difícil de tratar y de comprender.

Plantea que el fin del arte es la verdad que se encuentra en la imitación fiel de la naturaleza, para lo cual el pintor debe conocer profundamente el natural y no dejarse llevar por la imaginación. De ahí que prefiera terminar las obras en el taller, para captar el instante concreto, ya que la misma naturaleza está en constante cambio. La genialidad artística radicaría no sólo en la técnica, sino en la propia y personal forma de contemplar la naturaleza por parte de cada pintor. La mayor parte de la producción de Carlos de Haes se encuentra en el Museo del Prado, pero también está representado en los Museos de Bellas Artes de Bilbao, Málaga, Valencia y Lleida, en la Fundación Jaime Moreda y en la National Gallery de Londres.

 

 

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