El poderoso lirismo de los artistas cubanos Leyva y Mendive.
Obra de dos de los artistas cubanos actualmente en activo con mayor prestigio internacional coinciden en la próxima subasta de contemporáneo en Setdart.
De generaciones distintas pero unidos por un franco sentir militante, Alexis Leyva, más conocido como “Kcho” (1970) y Manuel Mendive Hoyo (1944) comparten similar compromiso con sus raíces culturales y con problemáticas candentes en su país, pero también un vivo interés por reactualizar lenguajes y experimentar con materiales y técnicas, lo que los sitúa en la vanguardia del arte. Lo local y lo global se entrelazan en su plástica.
A Manuel Mendive, su abuelo lo introdujo en el conocimiento de los yorubas, cuya cultura tiene continuidad en Cuba. Continuador del espíritu étnico colectivo, crea un universo con la poesía emanada de las deidades afrocubanas. Tradición y sincretismo le abren mecanismos expresivos que arraigan en la experiencia vital. En “El diálogo” (2003), la pintura que Setdart licita estos días (véase lote 35148833), los referentes autóctonos se funden con el lenguaje formal aprendido en Europa. En ella, siguen apareciendo los personajes del panteón yoruba que inspiraron gran parte de su carrera. Las formas curvas dominan toda la composición, denotando una actividad artística basada en las raíces de un pueblo que, en opinión del pintor, debía recuperar su dignidad. Observamos un juego de perspectivas que se entremezclan con el estilo onírico y surrealista del artista.
Mendive recibió el Premio Internacional en la II Bienal de La Habana, en 1986. En 2001 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas. Ese año se inscribió dentro de su carrera ascendente como un hito. El jurado acordó por unanimidad concederle tal distinción, lo cual insertaba al artista dentro del grupo de creadores cubanos más relevantes. Mendivecuenta también con la Medalla Alejo Carpentier, y es Caballero de las Artes y las Letras de Francia. Actualmente se conserva obra suya en museos y galerías de Latinoamérica, Rusia, África, Estados Unidos y Europa.
La escuela cubana del siglo XX se caracterizó por acoger las vanguardias europeas y desarrollar, partiendo de esa base, un lenguaje propio. Esta corriente generalizada de artistas formados en Europa, que volvían a Cuba, supuso para el país un gran impulso artístico. Gracias a pintores que fusionaron sus raíces y experiencias, creando así un nuevo lenguaje personal e independiente.
En cuanto a Kcho, fue a partir de la Bienal de la Habana de 1994, y de la Bienal de Venecia de 1999, cuando su obra alcanzó una proyección notable. Por entonces, trabajaba con materiales pobres, reanudando el legado del “povera” italiano pero con un mensaje claramente político.
El mar y los balseros están siempre presentes en la obra de Kcho. La pintura sobre lino que Setdart licita de Kcho(lote 35217597) pertenece a la serie “Bola de Churre”, realizada en 2019.En este óleo de grandes dimensiones, como en sus esculturas e instalaciones, se refiere de modo poético a la topografía cubana y alude al elemento más decisivo de la vida en la isla, el aislamiento marcado por el límite geográfico de la frontera del agua. Su trabajo evoca el viaje marítimo como territorio idóneo para la rememoración y la nostalgia. Kcho reflexiona sobre el fenómeno de la migración, tema a partir del cual realiza sus escenografías sobre el viaje y que hablan sobre la imposibilidad de la huida de nuestra memoria, de nuestro destino y de nuestras raíces.
Conciencia existencial, poesía y militancia sin retórica ni demagogia, como aseveró el célebre crítico francés Pierre Restany, caracterizan la obra de Kcho. Los mismos calificativos podríamos aplicar a Mendive. Dos artistas que han contribuido a dar visibilidad a la realidad cubana y a colocar la producción artística de la isla a primera línea de la plástica internacional.