Sorolla "Madrileña con mantón", Valencia, 1884.
Se puede afirmar que Sorolla actúa como espejo de la mujer de su época: desde damas de alta sociedad, hasta prostitutas y campesinas, el pintor da aliento y vida a cada una de ellas acentuando su individualidad más allá de lo físico. La influencia del valenciano no solamente se hace sentir en la península, sino que alcanza fama durante su vida incluso en países lejanos como Argentina.
El retrato de “Madrileña con Mantón” tiene una procedencia especialmente interesante, pues fue llevado a Argentina por el empresario catalán Don José Artal y Mayoral (1862 – 1918), personaje crucial para la difusión del arte español en la entonces floreciente ciudad de Buenos Aires.
Según documentación conservada en el museo Sorolla, consta que la obra “Madrileña con Mantón” es recibida y posteriormente expuesta por Artal en la primera muestra de pintores españoles de Buenos Aires en 1898. Dicha exposición fue tan exitosa que Artal organiza dos más y se convierte en intermediario del artista, recibiendo así prestigiosos pedidos de retratos y cuadros para grandes familias porteñas.
Los salones organizados por Artal junto con la famosa Sala Witcomb adquieren gran protagonismo en la sofisticada vida social porteña. Artal combina sus exquisitas dotes sociales con pasión por el arte y una hábil estrategia de difusión para presentar hasta veinticuatro exposiciones y así comercializar y dar a conocer lo mejor del arte del fin de siècle español. Importantes obras de Joaquín Sorolla, Eliseo Meifrén y Ramón Casas, entre otros, pasan por sus manos.
El retrato de la enigmática mujer de los ojos negros ha regresado a su país de origen.