Subasta Alta Época, 10 de diciembre
Obras sobresalientes del periodo renacentista, del barroco y el rococó coinciden en la subasta del pasado jueves 10 de diciembre contando con grandes resultados.
De las piezas más importantes reunidas por Setdart en su galería online de Alta Época cabe citar, en primer lugar, el retrato del monarca Felipe III realizado por el pintor vallisoletano Juan Pantoja de la Cruz (véase lote 35119802) que alcanzó un precio de martilo de 70.000€. El artista traduce el porte regio con singular destreza, describiendo fielmente una indumentaria caracterizada por la riqueza de las calidades y por la presencia de los símbolos como el Toisón de oro, que se dispone sobre la armadura. Ésta, plagada de brocados y alusiones alegóricas, se inspira en las guarniciones encargadas en Milán cuando el monarca era un infante (actualmente conservadas en la Real Armería del Palacio de Real de Madrid). De busto largo y sobre un fondo en el que destaca el cortinaje, la obra presenta patrones estéticos similares a los de que se aprecian en el retrato de Felipe III de Juan Pantoja que se encuentra en el Museo del Prado.
La obra ha sido expertizada por la doctora Dña. María Kusche, experta en Pantoja de la Cruz. La historiadora certificó que estamos ante obra íntegra del maestro, sin intervención del taller y que fue concebida, según el modelo creado en el 1606 y destinado muy probablemente a un dignatario de las provincias flamencas.
La próxima subasta de Alta Época también se compone de notables bodegones del Siglo de Oro, de autoría holandesa y española. Así, el “Bodegón con cerezas” del maestro barroco de Haarlem Maerten Boelema de Stomme (véase lote 35077614) exhibe un gran refinamiento al traducir con factura precisa las transparencias de la copa de cristal tallado, el brillo de la tersa piel de las cerezas… Veladuras y visajes lumínicos han sido magistralmente resueltos. Este lote se remató en 36000€
Se aprecian en él elementos propios del bodegón holandés de quien fuera maestro de Boelema, Willem Heda (1594-h. 1680). En la producción de éste son habituales los llamados “bodegones de almuerzo”, con ostras, frutos pelados que reflejan la intervención de la mano humana, efectos ilusionistas con elementos en escorzo, sentido contenido del cromatismo y la composición, etc.
Dentro del género del bodegón de frutas destaca asimismo un óleo de escuela madrileña, también del Siglo de Oro (véase lote 35185085). Se trata de una pintura anónima pero en cuya factura se aprecia la filiación castellana, de maestros como Sánchez Cotán, Juan Bautista de Espinosa y Alejandro Loarte. En nuestro cuadro, un “Bodegón de granadas, manzanas, uvas y melones”, que se remató en 26.000€, las piezas de fruta parecen flotar, suspendidas en la oscuridad, en una composición sumamente equilibrada. Las texturas abarcan distintos tonos de rojo, el jugo del melón abierto o los destellos atrayentes de la uva. La visión moderna y sobria que alcanzó el bodegón barroco en España lo convierten en una de las cotas más altas de este género en su época.
De temática religiosa, cabe destacar un “Cristo camino del Calvario” del pintor flamenco Michiel Coxcie (lote 35147256). Considerado una figura clave del enlace entre los primitivos flamencos y la pintura barroca de Rubens, Coxcie trató de modo reiterado la escena de la Pasión de Cristo llevando la cruz. En esta ocasión, resulta clara la perfecta combinación de modelos flamencos con una fuerte y directa influencia de ejemplos romanos en la presente obra. Compositivamente, recuerda en ligeros detalles a la obra de Coxcie de “Cristo con la Cruz a cuestas” de la Celda Prioral Baja del Monasterio de El Escorial (Madrid), pudiendo hablarse en esta pintura de una mayor influencia italiana.
Por último, citamos dos retratos del pintor veneciano Giovanni Battista Piazzetta, maestro rococó que en esta ocasión (véase lotes 35217160, 35217161) muestra una gran sensibilidad en la caracterización psicológica de ambos personajes masculinos. La estudiada iluminación, de influencia tenebrista, es el principal recurso expresivo utilizado por Piazzetta. Se trata de una luz de foco que entra de modo sesgado e incide sobre la zona principal de la imagen, el rostro y la mirada penetrante del caballero, creando expresivos efectos de claroscuro y modelando sus rasgos con gran naturalismo, dejando el resto en penumbra.