Manolo Valdés : un diálogo entre el pasado y el presente
Manolo Valdés y Rafael Solbes revolucionaron el panorama artístico español en los últimos años del franquismo. Fundaron Equipo Crónica, y bajo esta firma fueron señeros de un pop politizado y corrosivo sin precedentes en el país. En sus obras, la cultura de masas y la historia del arte se solapaban en palimpsestos ingeniosos.
Solbes falleció en 1981, lo que supuso para Manuel Valdés el arranque de una carrera en solitario que, sin abandonar el interés por dialogar con la pintura del pasado, se caracterizaría por un mayor refinamiento reflexivo en detrimento del humor irreverente y el desparpajo de su etapa anterior.
Este retrato de Felipe IV, realizado un año después de que se disolviera Equipo Crónica, atestigua este proceso de depuración plástica. Parte de un retrato velazqueño en el que el monarca era representado de cuerpo entero. En el homenaje de Valdés, los rasgos desaparecen bajo pinceladas sintéticas que economizan las formas. La gorguera queda reducida a planos geométricos, lo mismo que el traje cortesano. Valdés regresará a este retrato en años posteriores, versionándolo en una serie de “Caballeros” que sostienen en su mano derecha un collage, en lugar de la carta original que pintó Velázquez. Sin embargo, en esta primera versión al óleo el rey es representado de medio cuerpo. La reducción cromática al negro, amarillo y blanco dota de intensidad espectral a la figura, como arquetipo cargado de simbolismo por ser depositario de una larga historia de representación del poder.
Las pinturas y grabados de Manolo Valdés dan cuenta de un hondo conocimiento y una franca admiración por los grandes maestros, de los que tomó libremente lo que consideró oportuno en lugar de contemplarlos en su trono, como a intocables. Reinterpretar, versionar y recrear fue su divisa.
MANOLO VALDÉS BLASCO (Valencia, 1942) fue el introductor en España de una forma de expresión artística que combina el compromiso político y social con el humor y la ironía. Inició su formación en 1957, año en que ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. No obstante, dos años después abandona los estudios para dedicarse plenamente a la pintura. En 1964 fundó el grupo artístico Equipo Crónica, junto a Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes, en el cual permaneció hasta la muerte del segundo, en 1981, pese al hecho de que Toledo había abandona el grupo a los dos años de su fundación. Desde entonces se estableció en Nueva York, ciudad en la que reside actualmente y donde ha seguido experimentando con las nuevas formas de expresión, incluyendo la escultura. Entre los numerosos galardones que ha obtenido Manolo Valdés destacan los Lissone y Biella de Milán, la medalla de la plata de la II Bienal Internacional de Grabados de Tokio, el premio del Museo de Arte Bridgestone en Lisboa, el Premio Nacional de Artes Plásticas, la medalla del Festival Internacional de Artistas Plásticos de Bagdad, la Condecoración de la Orden de Andrés Bello en Venezuela, el premio del Consejo Nacional de Mónaco, la Medalla de Oro al Mérito de Bellas Artes, el Premio de la Asociación Española de Críticos de Arte y el Premio al Mejor Artista de Estampa, entre otros.
Formalmente, Valdés realiza una obra de gran formato en la que las luces y los colores expresan valores táctiles, debido al tratamiento dado a los materiales. Su obra fuerza a quien la observa a indagar en la memoria y buscar imágenes significativas de la historia del arte. Está representado en algunos de los museos más destacados de todo el mundo, como el Reina Sofía de Madrid, el Metropolitan, el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, el Centro Georges Pompidou y el Fons National d’Arts Plastiques de París, la Kusnthalle de Hamburgo, el Kunstmuseum de Berlín y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre muchos otros.