Descubriendo a Pedro Cabrita Reis.
Pedro Cabrita forma parte del grupo de artistas que durante los años 80 protagonizó la revalorización de las artes plásticas en Portugal convirtiéndose en el mayor referente internacional junto a Juliao Sarmento de la escena artística portuguesa. En los últimos años su proyección se encuentra en uno de sus momentos más álgidos gracias a la creciente presencia que su obra ha experimentado en multitud de galerías y Ferias. Su trabajo, representado en más de una treintena de instituciones entre las que destacan la Tate Modern o el Museo Reino Sofía, ha sido merecedor de diversos premios y reconocimientos que lo sitúan a la cabeza de la creación lusa contemporánea.
Su obra iniciada en el ámbito puramente pictórico pronto evoluciona hacia un concepto más global y complejo caracterizado por un idiosincrático discurso filosófico y poético, que incluye una gran variedad de medios en el que se dan encuentro pintura, fotografía, dibujo, escultura e instalaciones .
El próximo día 3 de noviembre Setdart presenta por primera vez en subasta una de sus creaciones en las que se materializa el nuevo paradigma escultórico que le caracterizó. Su obra, en consonancia a la tendencia europea, nace de una concepción filosófica y poética de la practica escultórica donde la subjetividad, la complejidad y la ambigüedad cobrarán papeles importantes. La hibridación de técnicas y materiales relativos al ámbito arquitectónico, conforman una obra cercana a los planteamientos formales del constructivismo y el minimalismo.
A partir de un lenguaje plástico centrado tanto en la universalidad y poder de asociación de la forma geométrica, como en el uso de materiales reutilizados y cotidianos , Cabrita aborda cuestiones relacionadas con la memoria, el tiempo y el espacio. De este modo sus construcciones se erigen como espacios metafóricos donde el ser humano en su condición sensible construye su capacidad de entender e interpretar la realidad. Sin embargo, esta realidad nada tiene que ver con el mundo tangible, sino que se desarrolla en un plano sensible que trasciende a lo meramente visual para interpelar directamente al espectador. Las energías vitales que afloran de la interacción entre el objeto observado y el observador nos hablan de la vida más allá de lo visible, donde no importa tanto lo que vemos sino como lo vemos. El críptico y hermético lenguaje de sus creaciones se mueve en terrenos inestables donde la incertidumbre que experimentamos nos conduce a cuestionarnos cualquier verdad absoluta preestablecida.