Turina, pintor sevillano de ascendencia italiana. En subasta
Grupos de feligreses pertenecientes a distintos estamentos sociales se desparraman por la plaza de la catedral sevillana tras salir de la misa de domingo. El umbral de la Puerta del Perdón permanece obstruido por damas y caballeros enfrascados en animadas conversaciones.
Joaquín Turina (Sevilla, 1847-1903) se entretiene en la minuciosa descripción arquitectónica, desde las lacerías del bronce y los coloristas vitrales del rosetón, a las esculturas de San Pablo y San Pedro, la Virgen y Gabriel flanqueando el arco de herradura… La misma atención y maestría pone en la descripción preciosista del vestuario de cada uno de los múltiples personajes: vestidos de seda, prendas estampadas, pañuelos bordados, encajes…
Asimismo, con suma gracia y gusto por la picaresca, el insigne pintor sevillano radiografiaba los comportamientos: ademanes coquetos tras los abanicos, gestos ampulosos de respeto o admiración, miradas avispadas o ladinas… La coreografía social plasma los estereotipos de época y la teatralidad andaluza.
Pintor sevillano de ascendencia italiana, Joaquín Turina y Areal se formó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, donde tuvo como maestros a Manuel Cabral Aguado Bejarano y Manuel Wssel de Guimbarda. A partir de 1879 participó en las Exposiciones de Bellas Artes de su ciudad natal y también de Cádiz, siendo galardonado con medalla de oro en la edición de 1879 de esta última. También expuso su obra fuera de nuestras fronteras, ya que acudió a la Exposición de Chicago de 1893 con “Desembarco de Colón en Palos a su regreso de América”. Joaquín Turina consagró su obra a la producción de escenas de carácter costumbrista, muy arraigadas en Sevilla desde el romanticismo, obras de acusado carácter decorativo, muy del gusto de la clientela de la época. También realizó algunas obras de carácter histórico, como “La ronda nocturna encontrando el cadáver de Escobedo”, “Un episodio de la sublevación cantonal en 1873” o la mencionada obra presentada en Chicago, si bien se trata de obras que abordan el tema histórico a través de un punto de vista totalmente costumbrista, centrado en la narración y la anécdota. También pintó temas del pasado sevillano, como “Martínez Montañés viendo salir la procesión de Jesús de Pasión” o “Cómo se divierten”. Actualmente Joaquín Turina y Areal está representado en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, así como en diversas colecciones privadas.