Setdart presenta tres excelentes piezas escultóricas, una “dama sedente” en bronce y mármol del florentino Ferdinando Vichi, junto a dos reproducciones de elevada calidad de obras emblemáticas del artista flamenco Juan de Bolonia.
Ferdinando Vichi (véase lote 35184818) nos regala una representación femenina que parece cobrar vida, logrando una expresión espontánea y atemporal al mismo tiempo. Una joven sentada en una silla de tijera y ataviada con un elegante vestido, adopta una actitud relajada y natural, iluminada por una sensual sonrisa, al tiempo que posa su mejilla sobre una mano. Los reposabrazos, tallados con cabezas de león, dotan de nobleza al asiento. El naturalismo logrado en la captación de la belleza juvenil se conjuga con el virtuosismo impreso en los materiales, el aprovechamiento de los jaspeados del mármol, la tersura de las carnaciones, la armonía de las facciones… El lenguaje es aún allegado al modernismo, pero al mismo tiempo se distancia ya de modelos preestablecidos en el fin de siglo.
Las otras dos piezas a destacar de la subasta del día 26 son las magistrales copias decimonónicas de dos piezas realizadas en el periodo de transición entre el Renacimiento y el Barroco, por el maestro de origen francés Juan de Bolonia, que desarrolló su obra en Florencia. De hecho, las piezas que subastamos son ilustrativas de ese tránsito, pues la “Venus de la Gruta” (35184819) es aún fiel a los modelos renacentistas, mientras que “El rapto de la Sabina” (35103205) ya es plenamente barroca.
“El Rapto de la Sabina” es un grupo escultórico en bronce compuesto por tres personajes desnudos, unidos a través de sus miradas y, formalmente, a través de la posición entrelazada de sus cuerpos, que dan la sensación de girar en torno a un eje central del que no pueden escapar. La original se conserva actualmente en la Loggia dei Lanzi de la plaza de Señoría, en Florencia.
Si el Rapto se adscribe al lenguaje barroco, la Venus de la Gruta, realizada en mármol de Carrara, arraiga en la tradición renacentista. La original se conserva en la Grotta del Buontalenti de Francesco I, en los Jardines de Bóboli de Florencia. Como si una hermosa mujer hubiera sido transformada en estatua, Venus inclina la cabeza y todo su cuerpo continúa esta curvatura en una posición derivada de las soluciones de Rafael. La figura descansa un pie sobre el pedestal que sostiene una vasija, y se dispone a lavarse con el agua que cae de un acantilado de roca ígnea decorada con conchas, representado por el fondo de piedra de la gruta.