Ignacio Tusquets (1983), Arte Emergente
TUSQUETS, Ignacio (Barcelona, 1983).
“Gatos entre bastidores”, 2012.
Técnica mixta sobre lienzo.
Firmado, fechado y titulado al dorso.
Medidas: 141 x 141 cm.
Ignacio Tusquets estudió arte y pintura en Barcelona, en las esculas Massana y Eina. Su obra abarca diversas vertientes estilísticas, desde el expresionismo hasta el surrealismo, llegando a ser permeable a ciertos rasgos que tienen como base la psicodelia.
La pincelada, el grosor de la misma y las texturas son protagonistas en una obra explosiva que nace de lo personal. La de Tusquets es una pintura que trata de explorar la vida real, tangible, desde las experiencias introspectivas más intensas. Recientemente se ha podido contemplar parte de su producción en galerías como Freedonia y La Cova de les Cultures.
Ignacio Tusquets (1983)
Desde que empecé con el Arte, he querido explorar los límites de la realidad hasta el límite de mis experiencias vivas.
Primero, encuadrando un cuadro de momentos intensos que ocurrían en las montañas del Beguedà, donde viví a los 18 años y me empapé de diseño gráfico clásico retratando personajes y carteles en la Escola d’ Arts i Oficis de Gironella, junto a mi mentor: Salvador Vinyas.
Después, ya en Barcelona, juntando flamenco y pintura, queriendo llegar al corazón del cante hondo, pintando grandes papeles con texturas, personajes que irradiaban energía, bailaoras y guitarristas….para dar paso al verano del 2003, donde las telas servían para dar salida a emociones alucinadas que querían salir del papel para mezclarse con el aire y así hacer “gráficos sonoros”, a la vez que llenaba libretas de palabras y caras y cuerpos de chicas y monstruos.
A partir de entonces, he fusionado eso, viviendo con ganas de todo, escribiendo y pintando textos en las telas, retratando imágenes salidas del ordenador y de películas como “Rumble Fisch”, explorando el arte del graffity desde mi propia perspectiva y haciendo una pintura a la vez visceral y concreta. Estudiando pintura y dibujo en Eina, Llotja y en la escola Massana.
En el 2009, trabajaba en la galería Espai Ubú, en el corazón del 22@ donde pude vivir en primera persona el arte más vanguardista y arriesgado. Instalaciones de luz, video arte de Munich, techno y vídeo, mucho vídeo.
Una noche, se realizó en el espacio un concierto de “ruidismo” y aluciné. Era la música que siempre había pensado que existía y por fin tenía delante. Al cabo de poco, en una fiesta en Sant Joan, cogí una guitarra y empecé a vociferar palabras inconexas que parecían tener un sentido místico extrañamente cercano.
Aumenté la producción de poesías a la vez que participaba en el taller de Circuit Bending en Circuit Torçat con Juan Matos Capote. Y participé en un festival de electrónica en Freedonia. De repente, apagué el aparato en medio del concierto y empecé a hablar a cerca de un gato que quería hablar con la Luna. Como todo el mundo calló y se puso a escuchar en medio del ruido que imperaba en la sala, entendí que debía continuar la brecha abierta.
Fui participando en conciertos que desembocaron en una exposición de pintura y concierto en Freedonia. Me junté con un amigo (Samuel Ferran) que tocaba la guitarra. Cada vez que tocábamos era una fiesta. Contacté con Oriol Muñoz y con ayuda de un viejo casiotone conseguimos unas bases electroprimitivas. “Callad Cuadros!!” o ” A la mierda!” son parte de nuestro repertorio que invadió varias veces el Fantástico Club este mismo año. “La canción del verano” fue una verdadera orgía con varios amigos participantes, cantando The Doors, creando una extraña historia sobre el fin del mundo, una chica con un coche averiado, una nave espacial y Julio Iglesias, en la que con la ayuda de Mar y el maestro Ignaci Torres a la guitarra, Makakus y su voz de oro, repartimos helados y sonrisas entre los asistentes.
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Este mismo Julio, la persuasión obtuvo respuesta en forma de una exposición con todo los pintado en 2003: “Lluvia ordenada”, en la galería Puntoaparte. Fue como lo había pensado tantas veces. Todo el mundo estaba contentísimo y no se creía que eso lo hubiese pintado con apenas 20 años. Fue un mes increíble. Y volví a la pintura aunque nunca la hubiese abandonado del todo. Volví a los “gráficos sonoros”, a las manchas de café, al spray con detergentes, a los personajes. Ojos que gritan, enclaves, cárceles no: espacios. A los gatos que se aman entre bastidores y confunden el show con su propia historia. Luces, sombras, una puerta al final de un túnel larguísimo. Cortinas de teatro, aves sobre volando la acción, la ciudad. Dobles juegos, frases fluorescentes, ficción y realidad.
Ritmos primitivos, salvajes. “El café de la hierba”, ” Nubes de neón”, un reflejo que da a otro reflejo superando una sombra de la sombra.
Pintar, escribir, hacer música, todo enmarca el cuadro, como decía Bukowski, como las corridas de toros para Hemingway, o como el té para China.
No sé a donde me llevará este recorrido tortuoso, sé que soy pintor, conozco la pintura y sé que, como en esa novela de Phillip K. Dick, al final del camino estás tú. Con toda la improvisación que nos brinda la libertad mental y creativa que no tiene límites y que va a parar a nuestra vida. Quiero superar los límites de lo que llamamos realidad dando sentido al subconsciente. Let’s go to the painting Fiesta!