Artes decorativas: Distinción y belleza
Históricamente las Artes Decorativas se han visto relegadas a un papel secundario, eclipsadas por la Bellas Artes: pintura, escultura y arquitectura. Desde Setdart, queremos reivindicar su figura por su papel preponderante dentro de las mejores colecciones del panorama internacional.
Porcelana, vidrio, piedras duras, madera, plata, carey, bronce e ingenios mecánicos. Las artes decorativas tienen la virtud de reunir multitud de técnicas y materiales dispares a su abrigo, lo que, tal vez, sea parte de su encanto y, al mismo tiempo, complejidad. El mobiliario es buen ejemplo de ello, aunque cada uno de los géneros que componen este cajón de sastre ha sido víctima de las tendencias y modas del momento.
El lote 35376062, pieza excepcional de mobiliario, nos habla de esa estrecha relación que hubo entre los Países Bajos e Inglaterra, con las características molduras rizadas en madera de ébano, chapeado de palosanto y carey procedente de las rutas comerciales internacionales, o la chambrana baja en H, propia del mueble flamenco y neerlandés, sobre patas de cebolla. En el siglo XVIII París se erige como epicentro del gusto europeo, dictaminando las directrices estilísticas. El lote 35238691, cómoda Luis XV, se vale del plumeado con la chapa de palo de violeta para dotar de dinamismo al frontis y laterales, acompañados, como es habitual, de bronce dorado en tiradores, escudetes de bocallave y cul-de-lampe.
Otra pieza importante, y no sólo por estar realizada en rodonita y nefrita, es el lote 35376064, la tazza rusa de mediados del siglo XIX, pues es un vivo reflejo, algo tardío, de la influencia que tuvo el redescubrimiento de Pompeya y Herculano en el siglo XVIII en la historia del arte. Posiblemente realizada en la Fábrica Imperial de Piedras Duras de Ekaterimburgo, en los Montes Urales, hubo de ser creada con el fin de adornar alguna de las estancias reales de los Románov.
En Francia, tanto la porcelana como el vidrio tuvieron especial importancia. La primera debido al éxito de la Manufactura Real de Sèvres, que gracias a su refinamiento y buen gusto se impuso al resto de manufacturas nacionales. A su sombra, y con el deseo de proveer de piezas a la manera de Sèvres a la población burguesa, nacieron multitud de fábricas, no exentas de calidad, a las que la historiografía ha bautizado como Viejo París. El lote 35310155 es un magnifico ejemplo de lo que estas eran capaces de lograr a comienzos del siglo XIX. En cuanto al vidrio, Baccarat es, con permiso de Saint-Louis, protagonista indiscutible. El lote 35310158 revela la novedosa técnica del vidrio opalescente, tan en boga en el siglo XIX y creado al añadir fosfatos u óxidos durante el proceso de fusión. Se trata de una pareja de jarrones o “vases de fantasie”, con una cronología concreta de 1845 a 1870.