ÁLVAREZ DE ALGECIRAS Y JIMÉNEZ
ÁLVAREZ DE ALGECIRAS Y JIMÉNEZ, Germán (Jerez de la Frontera, 1848 – 1912).
“Santuario en el mar”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 107,5 x 100 cm; 138 x 129 cm (marco).
Sobrino y heredero de Juan Álvarez Mendizábal, Ministro de Hacienda de la reina regente María Cristina, madre de Isabel II, Germán Álvarez de Algeciras fue una de las figuras más relevantes de la pintura española de costumbres de finales del siglo XIX y principios del XX. Estudió en Cádiz y Jerez, y más tarde amplió su formación en Roma entre 1871 y 1876. Durante la primera etapa de su carrera destacan especialmente los retratos familiares, los bodegones y las escenas de la vida cotidiana, obras que firmó con el nombre de Germán Álvarez.
En esta primera época destaca su rico y exuberante cromatismo, unido a una pincelada movida. Tras un periodo en Madrid, en 1879 se instala en Jerez, dedicándose a la enseñanza mientras desarrolla la que será la mejor etapa de su producción. Ya previamente había concurrido a la Exposición Nacional, en 1874 con “El regreso del Gólgota” y en 1877 con “Después de los postres” y “El último ensayo de un drama”. Este último cuadro sería adquirido por Alfonso XII, conservándose actualmente en las colecciones del Patrimonio Nacional (Salón de los Recuerdos del Palacio de Riofrío en Segovia). En Roma había trabado amistad con José Jiménez de Aranda, lo que le llevó a seguir como aquél la tendencia iniciada por Fortuny, continuado con el tema de monaguillos que casi todos los pintores costumbristas españoles de la época trataron.
En este género cabe destacar su obra “En la sacristía”, de 1905, en la que la perspectiva está muy estudiada y no falta nada en cuanto a descripción del escenario. Ya en su madurez, Álvarez de Algeciras fue director de la Academia de Bellas Artes de Santo Domingo, y a él se debió el auge de esta institución. También fue presidente de la sección de Bellas Artes del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Actualmente Álvarez de Algeciras está representado en la Colección Bellver, la iglesia de San Dionisio en Jerez, el Museo de Santo Domingo en Jerez y otras colecciones, tanto públicas como privadas.
En esta bella obra, Álvarez de Algeciras nos ofrece una escena costumbrista, protagonizada por un grupo de hombres y mujeres situados en un mar de aguas tranquilas, cerca de la costa. Cuatro de ellos aparecen en un barco de pesca, que tiene las velas replegadas dado lo tranquilo del día, y el quinto de ellos, un muchacho joven, está subido a los escalones que dan acceso a un pequeño santuario situado sobre unos pilares que surgen directamente de las aguas, en forma de pequeña casa de madera y rematado por una sencilla cruz. Se trata de una escena crepuscular, bañada por una idílica luz entre dorada y rosada, que transmite una atmósfera limpia y serena, de respetuoso silencio. Este momento crepuscular le permite además al autor jugar con los contrastes lumínicos,